Muelle de esclavos en Río de Janeiro puede convertirse en patrimonio mundial

El Cais del Valongo (Muelle del Valongo), donde fueron desembarcados

Publicado en 14/11/2016 - 15:19 Por Isabela Vieira – Reportera de Agência Brasil - Río de Janeiro

Cais do Valongo, na regioão central da cidade (tomaz Silva/Agência Brasil)

De los cuatro millones de africanos que llegaron a esa ciudad para trabajar de manera forzada en la colonia, cerca de un millón pasaron por Valongo, lo que hace del puerto la principal puerta de entrada de hombres y mujeres esclavizados en toda América.Agência Brasil/Tomaz Silva

Un largo valle entre las colinas de Conceição y Livramento era lo primero que veían los sobrevivientes de un inhumano viaje desde África, entre 1774 y 1843, antes de ser desembarcados en el Cais do Valongo (Muelle del Valongo), en Río de Janeiro. De los cuatro millones de africanos que llegaron a esa ciudad para trabajar de manera forzada en la colonia, cerca de un millón pasaron por Valongo, lo que hace del puerto la principal puerta de entrada de hombres y mujeres esclavizados en toda América.

El muelle fue desactivado y luego soterrado a raíz de las leyes que prohibían el comercio transatlántico de esclavos en el siglo XIX. Recientemente, durante las obras destinadas revitalizar la zona portuaria de Río de Janeiro, el sitio fue redescubierto con la ayuda de expertos.

El Cais do Valongo se destaca por ser el único lugar de desembarque de esclavos que quedó preservado hasta hoy, por lo que ya es patrimonio nacional y deberá convertirse en patrimonio mundial por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco). En septiembre, un comité del órgano inspeccionó el antiguo fondeadero y se prevé que en mayo Brasil sepa si son suficientes las condiciones que presentó a Unesco su Instituto del Patrimonio Histórico y Artístico Nacional (Iphan) en un expediente de cuatrocientas páginas. La decisión final se anunciará en junio de 2017.

Cais do Valongo, no Rio de Janeiro - Foto João Paulo Engelbrecht/Divulgação Iphan

Cais do ValongoJoão Paulo Engelbrecht/Divulgação Iphan

Recuerdos de la diáspora

Para Milton Guran, el antropólogo a cargo de la candidatura del muelle a patrimonio mundial, la ciudad nunca ha olvidado de lo que sucedió en ese pedazo de tierra: "La sociedad siempre mantuvo una mirada atenta, y los residentes locales recuerdan su saga y conservan la fuerza de ese lugar a través de la tradición oral".

Durante las excavaciones, se encontraron miles de huellas del paso de africanos de todas las partes por Río de Janeiro. Los objetos hallados incluyen búzios (conchas) del Indo-Pacífico, que en esa época se utilizaban como moneda, además de collares, pipas de fumar, pendientes y pulseras. En un galpón, se almacenaron unas mil cajas, conteniendo 1,5 millones de objetos, que solo deberán exponerse al público en el 2018. La municipalidad firmó un contrato con un laboratorio de arqueología y un acuerdo con el Ministerio Público Federal para guardar y preservar los materiales.

Giovanni Harvey, exsecretario ejecutivo de Políticas de Promoción de la Igualdad Racial y residente del barrio, quien ha acompañado desde el principio la creación del sitio histórico, afirmó que el Cais do Valongo es una importante pieza del rompecabezas de la diáspora africana.

"Hay una visión romántica de que el Cais do Valongo era donde llegaban el padre, la madre y los hijos, pero no era así. Llegaban allí personas que fueron separadas de sus vidas, de sus familias, de todo. Hace tres, cuatro siglos, un ser humano ingresaba a un barco negrero sin tener la más remota idea de adonde lo llevaban" , dijo. "El muelle es un indicador físico que nos permite dar concretad a la llegada de los africanos esclavizados a Brasil", agregó Harvey, quien ya estuvo en la Casa de esclavos, en la Isla de Gorea (Senegal), donde los esclavos eran embarcados hacia América.

En la opinión de Harvey, quien ya ha sido consultor de las Naciones Unidas, el reconocimiento de Valongo permite reflexionar sobre el pasado y pensar en el futuro, como ha ocurrido con el Museo Nacional de la Historia y de Cultura Afroamericana, inaugurado en septiembre en los Estados Unidos.

Milton Guran también espera que el muelle sea declarado Patrimonio de la Humanidad por ser un importante hito de la violencia de la esclavitud. "Ese es el único puerto de desembarque de esclavos que quedó preservado en el mundo, no hay ningún otro", dijo. Recordó que ya han sido declarados patrimonio mundial por la Unesco los puertos de embarque de esclavos de la Isla de Gorea, en Senegal, del Castillo de Elmina, en Ghana, y de la Isla de Mozambique.

El antropólogo, quien estudió el regreso de personas esclavizadas a Benin, también aboga por la creación de un "monumento en memoria de la herencia africana", que haga referencia a la contribución de los africanos y sus descendientes a la construcción del país. "En el expediente de candidatura, explicamos que todo el barrio del muelle tiene, en conjunto, una gran importancia histórica". Mencionó como ejemplo el edificio del atracadero Docas Dom Pedro II, que se ubica frente al muelle y fue diseñado por el ingeniero negro André Rebouças.

Lavagem do Cais do Valongo

En la región, llamada de Pequeña África, nacieron las primeras asociaciones que promovieron desfiles de carnaval, bien como las casas de candomblé y los llamados angus, donde los negros se reunían para sus celebracionesTomaz Silba, Agência Brasil

Pequeña África

La región del Cais do Valongo, antiguo centro de la trata de esclavos, también resguarda vestigios de casas donde los negros recién llegados de África eran vendidos como objetos, como lo muestran varias pinturas de los artistas Jean Baptiste Debret, Johann Moritz Rugendas y Maria Grahan. Muy cerca de allí, se encuentra abierto a visitación el Cemitério dos Pretos Novos (Cementerio de los Negros Nuevos), lugar donde eran depositados los cuerpos de niños y jóvenes africanos, en su mayor parte, que no sobrevivían a los viajes horrorosos por el Atlántico.

En esa misma región, llamada de Pequeña África por el artista negro Heitor dos Prazeres por haber sido ocupada por los africanos y sus descendientes, nacieron las primeras asociaciones que promovieron desfiles de carnaval, bien como las casas de candomblé y los llamados angus, donde los negros se reunían para sus celebraciones.

"No es de sorprender que Río de Janeiro sea un polo de producción y renovación cultural en Brasil y en el mundo", dice la profesora Martha Abreu, de la Universidad Federal Fluminense, una de las autoras del expediente de candidatura del muelle a Patrimonio de la Humanidad.

Traducción: Lucas Magdiel


Fonte: Muelle de esclavos en Río de Janeiro puede convertirse en patrimonio mundial

Edición: Graça Adjuto/Olga Bardawil

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