En Brasil, matrimonios gais crecen más que uniones entre hombre y mujer

Los matrimonios legales entre cónyuges de diferente sexo aumentaron el 2,7% en 2015 en comparación con 2014, mientras que los matrimonios entre cónyuges del mismo sexo crecieron 15,7%, lo que representa el 0,5% del total de matrimonios registrados. Los datos figuran en el sondeo Estadísticas de Registro Civil 2015, divulgado este jueves (24) por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).

En números absolutos, en el último año se registraron 1.131.707 matrimonios entre personas de sexo diferente y 5.614 matrimonios entre personas del mismo sexo.

“Es importante tener en cuenta que, en 2013, el Consejo Nacional de Justicia aprobó la resolución 175, que determina que todas las notarías de registro de títulos y documentos en territorio brasileño pueden habilitar o celebrar un matrimonio civil o incluso convertir una unión estable de pareja en matrimonio entre personas del mismo sexo. En comparación con el 2013, las uniones civiles entre personas del mismo sexo aumentaron el 51,7%”, dice el estudio.

Según el IBGE, en las uniones civiles entre personas de diferente sexo, la diferencia media de edad entre hombres y mujeres al contraer matrimonio es de tres años; los hombres se casan en promedio a los 30 años y las mujeres a los 27. Ya en los matrimonios entre personas del mismo sexo, la edad promedia de los cónyuges solteros al contraer matrimonio varía entre 31 y 36 años para los hombres y entre 32 a 34 años para las mujeres.

Respeto

Para la empleada pública Carolina Cordovil Timóteo, el matrimonio trae más respeto a su unión con la gerente financiera Ana Paula Pereira de Vasconcelos.

“Hay mucha gente que ve el matrimonio gay como una broma. Pero a partir del momento que te vas a la notaria, hace una ceremonia y contrae matrimonio, el mensaje que le das a la sociedad es que no estás jugando de casita, que quieres realmente formar una familia y ser respetado”, dijo Carolina.

Juntas hace cinco años, ellas oficializaron su unión en febrero del año pasado para asegurar una serie de derechos a sus hijos. “La intención de contraer matrimonio surgió cuando decidimos formar una familia. Recurrimos a la fertilización in vitro y, un mes después de la boda, quedé embarazada de gemelos. Son dos chicos. Quisiéramos conseguir la doble maternidad. Pero el pedido todavía cursa ante la justicia. Ellos nacieron en diciembre”, cuenta Carolina, que vive en Río de Janeiro.

*Con la colaboración de Tâmara Freire, reportera del Radioperiodismo