Muere a los 95 años el cardenal Paulo Evaristo Arns

Murió al final de la mañana de este miércoles (14), en São Paulo, el cardenal Paulo Evaristo Arns, arzobispo emérito de la Arquidiócesis de São Paulo. Estaba hospitalizado desde el 28 de noviembre por una bronconeumonía en el hospital Santa Catarina.

Don Paulo, como le llamaban cariñosamente los fieles, tenía 95 años, 76 de los cuales dedicados a la vida franciscana. Era cardenal desde el 1973 y se desempeñó como arzobispo metropolitano de São Paulo entre 1970 y 1998.

Nacido en el municipio de Forquilhinha, en el estado sureño de Santa Catarina, en una familia de origen alemán, se unió a la Orden Franciscana en 1939. En la Sorbona de París, estudió patrística y lenguas clásicas. Fue profesor y maestro de clérigos y llegó a laborar como periodista profesional. Sin embargo, su vocación lo llevó a trabajar como vicario en los suburbios de Petrópolis. En 1966, fue designado obispo auxiliar bajo el cardenal Agnelo Rossi, en São Paulo, y en octubre de 1970, a los 49 años, asumió el arzobispado de esa misma ciudad.

Formado en filosofía y teología, Arns escribió 56 libros y recibió más de un centenar de títulos nacionales e internacionales. Entre sus libros más conocidos figura Brasil nunca mais, un proyecto llevado a cabo de forma clandestina entre los años 1979 y 1985, desarrollado por el Consejo Mundial de Iglesias y por la Arquidiócesis de Sao Paulo y coordinado por él y el reverendo Jaime Wright. La obra retrata torturas y otras graves violaciones de derechos humanos durante la dictadura militar en Brasil.

Lucha contra la dictadura

Actos de valor y desinterés marcaron su trayectoria de lucha a favor de la democracia y de los pobres, como sus acciones de resistencia contra la invasión de la Pontificia Universidad Católica (PUC) en 1977,  ordenada por el coronel Erasmo Dias, en la época secretario de Seguridad Pública de São Paulo, y su participación en un operativo para entregar al presidente de Estados Unidos, Jimmy Carter, quien visitaba Brasil, una lista con nombres de desaparecidos políticos.

En marzo de 1973, presidió la “Celebración de la Esperanza” en memoria del estudiante Alexandre Vannucchi Leme, asesinado por la dictadura. Al año siguiente, acompañado de familiares de presos políticos, presentó al general Golbery do Couto e Silva un expediente informativo sobre 22 casos de desaparecidos. Pero su gesto de mayor impacto en la opinión pública fue la decisión, en octubre de 1975, de celebrar en la Catedral da Sé el histórico servicio ecuménico en honor del periodista Vladimir Herzog, cuya muerte bajo tortura había sido divulgada por los militares como suicidio. Al lado del reverendo James Wright y del rabino Henri Sobel, Arns denunció la farsa.

El activista de derechos humanos argentino Adolfo Pérez Esquivel, de 82 años, ganador del Premio Nobel de la Paz en 1980, dijo en una entrevista con BBC Brasil, en 2014, que Paulo Evaristo Arns lo salvó en dos ocasiones durante la dictadura en Brasil. “Don Paulo seguramente intercedió ante autoridades brasileñas por mi liberación. No sé exactamente qué gestiones hizo. Lo que si sé es que no perdió tiempo en organizar una protesta en la puerta de la comisaría para salvarme. Y me salvó”, dijo.

Posiciones firmes

El cardenal tenía posiciones firmes. En 1984 defendió la instalación de la Asamblea Nacional Constituyente, responsable de elaborar una nueva constitución, y que solo sería instalada en 1987. “Toda crisis es un momento de promover cambios cualitativos. La crisis que estamos atravesando es profunda. Estamos tratando de dejar atrás una etapa muy triste de nuestra historia. La Constituyente será el momento de preparar estructuras para una nueva etapa. Considero esencial que sea instalada e inicie sus labores tan pronto como sea posible”, declaró Arns en la revista de cultura y política Lua Nova.

La palabra esperanza estuvo presente en casi todos los discursos del cardenal. En su ceremonia de toma de posesión como arzobispo de São Paulo, ante cerca de 5.000 fieles, declaró: “Salí del seno del pueblo de esa arquidiócesis a que ya pertenecía, del clero que amo y de quien soy hermano, de los religiosos que conmigo se esfuerzan por ser signo y esperanza de los bienes que han de venir, de los laicos que entienden el servicio a los hermanos como tarea esencial de su existencia”.

También habló de esperanza al enterarse de la muerte de su hermana, Zilda Arns, médica y fundadora de la Pastoral del Niño, víctima del terremoto de Haití de 2010: “Que nuestro Dios en su misericordia pueda acoger en los cielos a aquellos que en la tierra lucharon por los niños y los desamparados. No es el momento de perder la esperanza. Ella murió de una manera muy hermosa, mientras defendía la causa en que siempre creyó”.

En octubre de este año, fue honrado en el teatro de la Pontificia Universidad Católica de São Paulo por sus 95 años de vida y su acción política. La ceremonia recordó la lucha Arns contra la dictadura militar en los años 60 y 70, y en defensa de los derechos humanos. El papa Francisco envió un mensaje especialmente para la celebración.

Temer manifiesta pesar

En un comunicado difundido por el palacio presidencial del Planalto, Michel Temer lamenta la muerte del cardenal Arns y dice que "Don Paulo fue un defensor de la libertad y siempre tuvo como norte la construcción de una sociedad justa e igualitaria."

Agregó que Brasil "pierde un defensor de la democracia y gana para siempre un personaje que deja lecciones que han de ser recordadas por toda eternidad”.

*Colaboró Elaine Patricia Cruz, con informaciones del portal Memorias de la Dictadura y de la Arquidiócesis de São Paulo

Traducción: Lucas Magdiel