En 2016, murieron asesinados 66 de defensores de derechos humanos

Un estudio reveló que los casos de violencia aumentaron frente a 2015

Publicado en 08/07/2017 - 09:46 Por Alex Rodrigues – Reportero de Agência Brasil - Brasilia

Una investigación realizada por el Comité Brasileño de Defensores de Derechos Humanos revela que, en 2016, murieron asesinados 66 activistas que trabajaban en pro de los derechos básicos individuales o colectivos. Otros 64 defensores de estas causas fueron amenazados o criminalizados.

El informe “Vidas en lucha: criminalización y violencia contra defensoras y defensores de derechos humanos en Brasil”, divulgado el martes (4) en la ciudad de Marabá, en el estado de Pará (norte), es el primer estudio anual llevado a cabo por el comité. El documento fue enviado a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y a la Organización de Estados Americanos (OEA).

Aunque la organización no disponga de datos propios relativos a 2015, mencionó un aumento alarmante en la violencia, teniendo como base informaciones de la Comisión Pastoral de la Tierra (CPT), que integra el comité y desde el 1985 divulga cada año datos relativos a la violencia en el campo. La CPT reportó, en 2015, 50 asesinatos por conflictos agrarios, además de 59 intentos de asesinato y 144 personas amenazadas debido a su trabajo.

Riesgo por región

El informe detalla que en 2016, los estados apuntados como los más violentos hacia los activistas fueron Rondônia (norte), con 19 asesinatos, Maranhão (noreste), con 15, y Pará, con seis.

Asimismo, el comité detecta en Rondônia “un aumento alarmante de la violencia y de la criminalización de defensoras y defensores de derechos humanos”. En 2015, el estado fue mencionado por CPT como el con mayor número de muertes en conflictos agrarios (20).

Detalles

En el informe, el comité critica lo que califica de “casos de uso excesivo de la fuerza policial” y “abusos del Estado contra ciudadanos en situación vulnerable”, además de “intentos de criminalización de movimientos sociales”. El documento reporta aún que algunas empresas y agentes privados y públicos intentaron “impedir la aplicación de los derechos humanos y la lucha de quien los defiende”.

Para los investigadores, la crisis política de los últimos años “crea un escenario de inestabilidad y contribuye para el agravamiento de discursos de odio y ataques a los derechos humanos”.

Darci Frigo, presidente del Consejo Nacional de Derechos Humanos (CNDH), coindice en la conclusión de que el trabajo de los militantes y defensores de derechos humanos se ve cada vez más amenazado. “No es posible preservar y promover los derechos humanos sin los defensores. Cuando las personas que están en la línea de frente de los procesos de defensa de los derechos comienzan a sufrir violencia y amenazas, tenemos un cuadro grave de retrocesos”, remarcó.

En un informe del Ministerio de Derechos Humanos divulgado en marzo, el gobierno resaltó que prácticamente todas las recomendaciones internacionales para proteger los derechos humanos en Brasil ya están implantadas o en vías de implantación. Entre los avances destaca la creación y el fortalecimiento del CNDH. Sin embargo, reconoce en el informe que en Brasil “persisten desafíos para la protección de los defensores de derechos humanos, en especial en lo que se refiere a los profesionales de comunicación, líderes rurales, indígenas, cimarrones y ambientalistas”.

El comité, conformado por representantes de varios movimientos sociales, define como defensores de los derechos humanos todos aquellos que, individual o colectivamente, luchan por el derecho de las personas y grupos humanos a la vida, la tierra, la expresión cultural, la libertad de expresión e información, la libre manifestación, las libertades de género, sexuales y reproductivas, la vivienda, la biodiversidad, entre otros derechos básicos.

Traducción: Lucas Magdiel


Fonte: En 2016, murieron asesinados 66 de defensores de derechos humanos

Edición: Lidia Nieves/Nira Foster

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