Desmantelada la más grande banda deforestadora de la Amazonia brasileña

El Instituto Brasileño de Medio Ambiente y Recursos Naturales Renovables (Ibama), la Policía Federal, la Fiscalía Federal y la Secretaría de Ingresos Federales realizaron el jueves (30) una operación para desmantelar la mayor organización criminal especializada en tala ilegal y apropiación de tierras públicas federales en la Amazonia brasileña. Según la Secretaría, la banda movilizó más de US$ 310 millones entre 2012 y 2015.

Llamada Ríos Voladores, la operación tuvo lugar en los municipios de Altamira y Novo Progresso, en Pará, y en los estados de São Paulo, Santa Catarina, Mato Grosso y Mato Grosso do Sul. Participaron 95 oficiales de policía federal, 15 auditores de la Secretaría de Ingresos y 32 analistas del Ibama, con el apoyo de dos aviones.

La banda estuvo bajo investigación por dos años y el blanco principal de la operación fue el ganadero Vilela Filho, sospechoso de haber deforestado más de 29 mil hectáreas entre 2012 y 2014. Él es considerado un prófugo de la policía y está acusado de delitos como falsificación de propiedad, organización criminal, tala ilegal y ocultación de ventajas económicas. Según los investigadores, el ganadero creó empresas fantasmas y utilizó la familia para lavar dinero ilícito. Además de las demandas penales, Vilela Filho deberá pagar una multa de US$ 37 millones por los delitos ambientales.

El director de Protección del Medio Ambiente en Ibama, Luciano Evaristo, dijo que el grupo criminal invirtió fuertemente en tecnología y actuó de una manera organizada, como una empresa. El grupo se divide en núcleos: el operativo, que llevaba a cabo la deforestación; el de compra y venta de áreas deforestadas ilegalmente; el financiero; y el familiar, para ocultar las ventajas económicas obtenidas ilegalmente. Además de deforestar las zonas invadidas, el grupo alquilaba la tierra para la agropecuaria.

Ayuda de los indios

Según Evaristo, la ayuda de los indios Kayapó que viven en la región fue esencial para la operación. En marzo de 2014, 40 líderes de la etnia denunciaron al Ibama la deforestación dentro y alrededor de la Tierra Indígena Menkragnoti, en Pará. Sin embargo, cuando el equipo de Ibama buscó las áreas deforestadas en imágenes de satélites, no las encontró. Tan solo al llegar al sitio los agentes pudieron ver un nuevo tipo de deforestación, en que los delincuentes talan el bosque por debajo y dejan una cubierta vegetal que “engaña” a los satélites.

“La policía encontró que la banda tenía profesionales de geoprocesamiento, que conocen sobre satélites, analizaban los datos del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales y organizaban la deforestación”, dijo Evaristo.

Traducción: Leonardo Vieira