Temer defiende debatir el aborto en el Congreso

En una comunicación escrita dirigida al Supremo Tribunal Federal (STF), el presidente Michel Temer declaró que la despenalización del aborto es un tema que debe ser debatido ante el Congreso Nacional y no por la vía judicial.

Rosa Weber, ministra jueza del STF, le había solicitado a Temer manifestarse acerca de una moción que cuestiona algunos artículos del Código Penal y pide que el aborto sea despenalizado hasta la semana 12 del embarazo.

Representado por la abogada general del Estado, Grace Mendonça, el mandatario usó el concepto de “desacuerdo moral razonable”, creado por el ministro juez del STF Luís Roberto Barroso, para argumentar la nulidad de la moción.

Para el jefe de Estado, la falta de consenso moral, filosófico y religioso sobre el tema es tal que solamente el Congreso –como representante de la diversidad de la sociedad brasileña– está facultado para discutirlo con miras a conciliar los diferentes puntos de vista.

En el mismo escrito, Temer defiende que, en caso de se siga tramitando el proceso, el tribunal no conceda ninguna medida cautelar para anticipar sus efectos, porque “la complejidad del tema requeriría un amplio debate” antes de emitirse cualquier orden judicial.

Entienda el caso

A principios del mes, el Partido Socialismo y Libertad (PSOL) y el Instituto Anis –organización no gubernamental de defensa de los derechos de la mujer– presentaron una Acción de Incumplimiento de Precepto Fundamental (ADPF) en la que solicitan la despenalización del aborto hasta las 12 semanas de gestación. La decisión corresponde a Rosa Weber, relatora de la causa.

Los abogados firmantes del documento también pidieron una medida cautelar para suspender todas las prisiones inflagranti, investigaciones policiales, procesos en curso y efectos de sentencias relacionadas con prácticas abortivas realizadas durante los tres primeros meses del embarazo mientras que el STF no se pronuncie sobre el fondo de la cuestión.

En Brasil, el aborto está permitido solo en casos de anencefalia del feto, violación y cuando el embarazo representa un riesgo para la vida de la mujer.

En todas las demás situaciones se aplican los artículos 124 y 126 del Código Penal, con fecha de 1940, según los cuales provocar el aborto en uno mismo, con o sin la ayuda de otra persona, constituye un delito castigado con una pena de uno a tres años de prisión. Por otra parte, quien provoca el aborto en una mujer embarazada puede pagar una pena de uno a cuatro años de prisión.

Otros casos

En noviembre del año pasado, Weber se manifestó favorable a la despenalización del aborto si se produce durante los primeros tres primeros meses del embarazo.  Al estimar un habeas corpus en la Primera Sala de la Corte Suprema –colegiado conformado por cinco de los 11 jueces de la suprema corte–, respaldó el voto del ministro juez Luís Roberto Barroso.

En la ocasión, Barroso concluyó que la penalización del aborto en los primeros tres meses del embarazo viola los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, su derecho a la autonomía para tomar decisiones y su integridad física y mental.

El ministro juez Edson Fachin también respaldó esa posición, que fue la que prevaleció, aunque el fallo solo se aplicó a un caso particular, en el que cinco personas arrestadas en una clínica clandestina para realizar abortos en Río de Janeiro pedían ser liberadas.

Otra causa a cargo de Cármen Lúcia, presidenta del STF, pide despenalizar el aborto para gestantes infectadas por el zika bajo el argumento de que el virus puede dar lugar a malformaciones fetales. La causa estuvo a punto de ser sometida a la deliberación del pleno de la suprema corte en diciembre, pero terminó siendo dejada de lado sin una previsión de cuando será reanudada.

Traducción: Lucas Magdiel