El país pasó de BB-, tres escalones por debajo del grado de inversión, a BB, dos escalones por debajo. S&P ha señalado una perspectiva estable, lo que no indica ningún cambio en los próximos meses.
Las tarjetas de crédito continúan siendo el medio más utilizado por quienes tienen deudas, representando el 87,7% del total de deudores. Esta cifra muestra un marcado aumento en comparación con el mismo período del año anterior.
El estudio muestra que, a pesar del mayor endeudamiento de junio, la porción media de la renta comprometida con las deudas fue del 29,6%, la más baja desde septiembre de 2020.
La perspectiva positiva significa que la agencia podrá elevar la calificación del país en los próximos dos años. Actualmente, S&P concede a Brasil la nota BB – , tres niveles por debajo del llamado grado de inversión
El pago de las deudas permitirá a Brasil acceder a recursos para financiar proyectos de infraestructura urbana, seguridad, saneamiento básico y salud, en regiones fronterizas con países del Mercosur.