La tragedia, que mató a 242 personas y dejó 636 heridos, comenzó en el escenario, donde actuaba la Banda Gurizada Fandangueira, y pronto se extendió provocando una gran cantidad de humo tóxico.
La discoteca, en el centro de Porto Alegre, recibió a cientos de jóvenes para una celebración. La casa estaba abarrotada, con unas 1.000 personas. Un incendio mató a 240 personas.