Uno de los objetivos del programa es modificar "estructuras machistas y racistas que operan en la división del trabajo en salud", además de enfrentar diversas formas de violencia relacionadas con el sector.
En 2020, Brasil y otros 30 países firmaron el acuerdo, que representa una posición en contra del aborto y a favor del reconocimiento de la familia como base de la sociedad.
Las mujeres serán instruidas sobre formas de denunciar agresiones, como llamadas al servicio telefónico 180 y los derechos previstos en la ley de protección contra la violencia doméstica.
El plan busca integrar acciones y políticas gubernamentales en diferentes sectores para combatir y prevenir el asesinato de mujeres por machismo o misoginia.
En varios hogares, son el sostén de la familia y la mantienen sin cualquier ayuda. En Brasil, el 45% de los hogares brasileños estaban dirigidos por mujeres en 2018.