El edadismo dificulta la entrada al mercado a los mayores de 50 años. Las estimaciones indican que, en 2040, seis de cada diez trabajadores brasileños tendrán más de 45 años.
Investigadores y activistas dicen que, a pesar de un avance en la producción de datos oficiales, queda un largo camino por recorrer en la lucha contra los miedos y estigmas.