Manifestación progobierno movilizó a miles de personas en diversas ciudades

Manifestantes a favor del gobierno de Dilma Rousseff y contra el proceso de impeachment se reunieron en el Museo de la República, al inicio de la Explanada de los Ministerios en la capital Brasilia. El acto fue organizado por el Frente Brasil Popular, y los manifestantes portaban carteles con frases de apoyo a Rousseff y al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, y contra lo que llamaban golpe.

“Se trata de un acto en defensa de la democracia, contra el golpismo y el fascismo que está explotando en el país. Abogamos por un cambio de discurso en el Congreso, para que deje de discutir solo el golpe ye impulse avances en los derechos de la clase obrera”, dijo el secretario general de la Central Única de los Trabajadores del Distrito Federal, Rodrigo Rodrigues.

Gritando consignas y lanzando críticas al juez Sérgio Moro, a los partidos opositores y al presidente de la Cámara de Diputados Eduardo Cunha, los manifestantes marcharon hacia el Congreso Nacional. Se concentraron por unas dos horas frente al Museo de la República, donde se proyectó la frase “¡No habrá golpe!". Como el aparato de proyección se encontraba sobre un camión, conforme el vehículo se desplazaba, la frase aparecía también en otros edificios de la Explanada.

Según la Policía Militar del Distrito Federal, más de 4 mil personas asistieron al acto.

Nordeste

En Salvador, capital de Bahia, militantes, estudiantes y representantes de centrales sindicales y movimientos sociales hicieron un acto contra el impeachment desde el inicio de la tarde en Campo Grande, zona céntrica de la ciudad. Así como en otras ciudades, el lema coreado por los manifestantes era “No habrá golpe”, y muchos portaban carteles en apoyo a Rousseff. Según la Policía Militar, más de 70 mil personas participaron en la marcha que siguió hacia la Plaza Castro Alves, tradicional punto de encuentro de la ciudad, donde terminó el evento.

En Fortaleza, capital de Ceará, los manifestantes recorrieron las calles céntricas de la ciudad hasta alcanzar la Praça do Ferreira antes del inicio de la noche. Según las autoridades, 7 mil personas asistieron al acto.

En Recife, capital de Pernambuco, la movilización tomó la Avenida Conde da Boa Vista, y contó con la presencia de grupos de maracatus y caboclinhos, populares manifestaciones culturales de Pernambuco, además de los famosos muñecos gigantes de Olinda y de la comparsa de carnaval “Eu Acho é Pouco” (“Me parece poco”) , que también se sumaron a las protestas.

La mayoría de las personas se vestían de rojo, pero muchos optaron por el verde y amarillo, entre banderas del Brasil y de Pernambuco. La movilización reunió a partidos, movimientos sociales, sindicatos y también personas sin conexión con entidades organizadas.

Río Grande del Sur

En Porto Alegre, capital de ese estado, cerca de 2 mil personas se reunieron en la  Esquina Democrática, en la intersección entre la Avenida Borges de Medeiros y la Rua dos Andradas. Los manifestantes eligieron la emisora Rede Globo como uno de los principales blancos de la protesta. La actuación de esa televisión en la divulgación de las noticias involucrando al expresidente Lula fueron vistas como una “orquestación” para forzar la derrocada del gobierno de Rousseff.

La empleada doméstica Lídia dos Santos teme que la inestabilidad política del país posibilite la instauración de un gobierno de excepción, como ocurrió en 1964. “Estoy aquí porque quiero luchar por un Brasil libre para mis hijos. Viví durante la dictadura y reconozco un golpe cuando veo uno en curso”, dijo Lídia.

Entre uno y otro discurso de líderes partidarios y movimientos sociales, la multitud gritaba “¡No habrá golpe, habrá lucha!”.

Amazonia

Vestidos de rojo y blanco, portando silbidos y banderas de Brasil, de movimientos sociales, sindicatos y del Partido de los Trabajadores (PT), los manifestantes gritaban, en Manaus, capital de Amazonas, la misma consigna repetida en otras ciudades: “¡No habrá golpe!” La profesora Elisoneide Rodrigues, presidenta de la Asociación Afrodescendiente e Indígena del Amazonas, afirmó que estaba allí para prestigiar el acto en apoyo a la presidenta Dilma Rousseff.

“Nosotras, mujeres negras, a partir de los gobiernos de Lula y de la presidenta Dilma [Rousseff], tuvimos más oportunidades para plantear nuestras propuestas, porque la población negra es una parte excluida de la sociedad y, en su gobierno, teníamos esa libertad”, dijo la profesora.

Traducción: Lucas Magdiel