Brasil celebra el Día de Combate a la Intolerancia Religiosa

En octubre de 1999, el diario Folha Universal, perteneciente a Iglesia Universal del Reino de Dios (IURD) estampaba en su portada una foto de la ialorixá (término que designa a una sacerdotisa del candomblé) Gildásia dos Santos y Santos, o Madre Gilda, como la llamaban, acompañada del titular “Brujos charlatanes dañan el bolsillo y la vida de sus clientes”. Miembros de otro segmento religioso invadieron la casa de Madre Gilda, agredieron verbal y físicamente a su marido y depredaron el patio donde ella dirigía su ritos religiosos (espacio sagrado que se conoce como terreiro). Madre Gilda murió el 21 de enero de 2000, víctima de un infarto. En homenaje a Madre Gilda, y para combatir actitudes discriminatorias como esa, se estableció el 21 de enero como el Día Nacional de Combate a la Intolerancia Religiosa.

Casos como el de Madre Gilda no son aislados. En 2014, el Llame al 100, servicio telefónico que recibe quejas de discriminación religiosa, registró 149 llamadas en todo el país, de las cuales el 26,17% se originaron del estado de Río de Janeiro y el 19,46%, de São Paulo. Aunque el número total cayó con relación a 2013, cuando se registraron 228 denuncias, los datos muestran que todavía no se ha resuelto el problema y que las principales víctimas siguen siendo las religiones de origen africano, como el candomblé y la umbanda.

“El año pasado, promovemos diversas acciones contra la intolerancia religiosa, tales como manifestaciones y la publicación de videos educativos. No creo que [la intolerancia] haya disminuido inmediatamente, pero los grupos han reaccionado. Eso no quiere decir que tuvimos menos invasiones de viviendas y agresiones debido a la prohibición del uso de indumentarias [religiosas] en espacios públicos”, remarcó Lúcia Xavier, coordinadora de la organización no gubernamental Criola,

Para ella, la discriminación contra religiones de origen africano está relacionada con el racismo. De acuerdo con los datos del Llame al 100, en 2014, el 35,39% de las víctimas eran negros. Los blancos correspondieron al 21,35%, y los indígenas, al 0,56%. No hay datos sobre los demás.

“Creo que, aunque se hayan logrado algunos avances en los últimos años, existe todavía un desafío muy grande, que es el de la clarificación. La religión es demonizada. (...) La gente necesita más información, saber más sobre el asunto”, afirma la ialorixá Dora Barreto, del terreiro Ilê Axé Barreto, T'Ojú Labá, en el Distrito Federal.

El pastor protestante Carlos Oliveira, presidente del Consejo Federal del Pastor, por su vez, niega que el protestantismo sea intolerante. "Uno no ve a un cristiano protestante matar, atacar o discriminar a alguien debido a su fe en Cristo Jesús. Si lo hace no es un verdadero cristiano o entonces nunca lo ha sido.

En lo que se refiere a los católicos, históricamente marcados por su comportamiento intolerante frente a las demás religiones, su postura ha cambiado desde 1965, con el Concilio Vaticano II, como explica el sacerdote Marcus Barbosa, miembro de la Comisión para el Ecumenismo y el Diálogo Interreligioso de la Comisión de la Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil (CNBB): “La Iglesia Católica empezó a buscar de forma más clara la comunión y el diálogo con las iglesias cristianas y las grandes tradiciones religiosas. Experimentar el Evangelio es reconocer que todas las religiones buscan responder a cuestiones humanas, que son comunes a todos”.

Alejadas de los conflictos entre musulmanes y judíos comunes en otras partes del mundo, en Brasil las dos comunidades viven en armonía con las otras religiones, como explica Sergio Napchan, director de Relaciones Institucionales de la Confederación Israelita de Brasil: “El judaísmo nace como una tradición orientada al diálogo. Eso no significa, sin embargo, que a lo largo de tantos años siempre haya adoptado una postura tolerante. Pero en general, tenemos varios ejemplos de tolerancia y diálogo. Tolerancia genera más riqueza, riqueza cultural. Ese es un tema de nuestra vida cotidiana. La promoción del diálogo es saludable, interesante y deseable”.

El sheikh Khaled Taky El Din, presidente del Consejo de Teólogos Islámicos en Brasil, también es enfático: “Nuestra religión es clara: Quien mata a un alma, mata a toda la humanidad. Somos educados a vivir en paz con otras religiones. Quién juzgará a las personas es Dios. Debemos tratar al próximo con amor y cariño. En Brasil, estamos buscando dialogar con otras religiones, visitando otras iglesias. Convivimos en paz y damos un excelente ejemplo. La religión islámica no es este fantasma y el terrorismo no representa a los musulmanes ".

Según el profesor de filosofía de la religión de la Universidad de Brasília Agnaldo Cuoco Portugal, las muestras de intolerancia, como en los recientes episodios ocurridos en Europa, a menudo extrapolan la religión y se relacionan con problemas socioeconómicos y políticos. Y concluyó: “Brasil es un país relativamente tranquilo en cuanto a la violencia religiosa”.

Traducción: Lucas Magdiel