Comunidad Kalunga recibe reconocimiento sin precedentes de la ONU

Título ayudará a preservar territorio de descendientes de esclavos

Publicado en 08/02/2021 - 11:46 Por Pedro Peduzzi - Brasilia

En medio de los recurrentes problemas con los invasores de tierras, las comunidades kalunga que viven desde hace más de 300 años en la Chapada dos Veadeiros, en el estado de Goiás, región central de Brasil, alcanzaron esta semana un importante logro: su sitio histórico fue registrado oficialmente como el primer TICCA en Brasil, un acrónimo que significa Territorios y Áreas Conservadas por Comunidades Indígenas y Locales.

El reconocimiento, otorgado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, permite a las 39 comunidades cimarronas que componen el Patrimonio Histórico y Cultural de Kalunga -ubicadas en los municipios de Cavalcante, Teresina de Goiás y Monte Alegre, en el noreste del estado- ampliar la autonomía necesaria para administrar su territorio, que comprende 261 mil hectáreas.

El título concedido por la ONU se otorga a "territorios comunitarios y tradicionales conservados, en los que las comunidades tienen una profunda conexión con el lugar que habitan, procesos de gestión y gobernanza internos y resultados positivos en la conservación de la naturaleza".

"Recibimos con gran orgullo la noticia de que el Territorio de Kalunga, uno de los mayores de Brasil, fue reconocido por la ONU como TICCA, un territorio conservado. Esto significa que tendremos muchos frutos, mucha naturaleza y belleza conservada. Creo que ahora tendremos más socios que nos ayudarán a luchar por todo nuestro territorio", dijo a Agência Brasil Jorge Moreira de Oliveira, presidente de la Asociación Quilombo Kalunga (AQK).

Kalunga
Rico en agua y biodiversidad, el territorio kalunga es codiciado por agricultores interesados en la extracción ilegal de mineral y madera - Maiana Diniz/Direitos reservados

El ritmo de la naturaleza

La agricultura es una de las actividades tradicionales del pueblo kalunga, descendiente de los esclavos de la época colonial. Las prácticas bajas en carbono se basan en el conocimiento ancestral de plantar "al ritmo de la naturaleza", sin pesticidas ni maquinaria.

Los cultivos se realizan en pequeñas explotaciones, normalmente de menos de una hectárea. Predomina la agricultura de subsistencia y las superficies cultivadas se utilizan hasta cuatro años. Tras este periodo, dejan que la tierra "descanse" durante diez años. Normalmente, los kalunga solo comercializan los excedentes de su producción.

Invasores

Rico en agua y biodiversidad, el territorio kalunga es codiciado por agricultores interesados en la extracción ilegal de mineral y madera, y que pretenden utilizar la tierra para la ganadería y la especulación inmobiliaria, con la esperanza de vender los territorios posteriormente a un alto precio.

"Lamentablemente, las invasiones son recurrentes aquí. En julio, por ejemplo, encontramos una zona de aproximadamente mil hectáreas devastada por el uso de máquinas. Esperamos que ahora, con este reconocimiento de la ONU, tengamos más fuerza para hacer frente a estos desafíos", dijo Moreira.

Se espera que los kalunga dispongan ahora de mejores condiciones para proteger su territorio contra las amenazas externas y para añadir aún más valor a su turismo comunitario y a sus productos locales.

Traducción: Lucas Magdiel -  Edición: Graça Adjuto/Nira Foster

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