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Sin la OMC, costo de exportaciones brasileñas aumentaría un 120%

Lo revela un análisis de la Confederación Nacional de la Industria

Publicado en 03/04/2019 - 14:01 Por Pedro Rafael Vilela – Reportero de Agência Brasil - Brasilia

El comercio de Brasil con las 20 mayores economías del mundo (G-20) tiende a sufrir una sobrecarga arancelaria de un 120% si la guerra comercial entre Estados Unidos y China y el aumento del proteccionismo continúan reduciendo el alcance de la Organización Mundial del comercio (OMC). Así lo analiza la Confederación Nacional de la Industria (CNI).

 

Guaidó, Fabiana Rosales, Trump. REUTERS/Carlos Barria
Los Estados Unidos no integran la OMC y están en contra de la existencia de listas con tratamiento diferenciado para países con menor desarrollo industrial - Reuters/Carlos Barria/Direitos Reservados

El estudio muestra que, entre 1995 (año de creación de la OMC) y 2017, las tarifas medias de importación aplicadas por los países del G-20 cayeron del 11% al 5%. Esta simulación apunta que, si los impuestos de importación vuelven al nivel preOMC, en medio del debilitamiento de la institución, los exportadores brasileños pasarían a pagar US$ 6.300 millones más en impuestos sobre las ventas para esos países.

La proyección del impacto potencial anual en las exportaciones de Brasil, sin una reforma de la OMC, prevé un aumento en el pago de aranceles de US$ 2.400 millones para China, US$ 1.100 millones para la India, más de US$ 1.000 millones para la Unión Europea y US$ 540 millones para los Estados Unidos.

Aranceles

Los aranceles, según la CNI, comenzaron a subir. La guerra comercial entre Estados Unidos y China elevó el impuesto de importación en un 25% para más de 3 mil productos, y la Unión Europea impuso aranceles del 25% para importaciones de al menos 26 productos siderúrgicos.

Turquía, en represalia a la política estadounidense de protección de su acero y de su aluminio, reajustó la tarifa de bienes estratégicos, como autos, que pasaron a pagar 120%, bebidas alcohólicas (140%) y tabaco (60%). Por regla general, el aumento comienza de forma puntual y se amplía.

“El debilitamiento de la OMC, con un sistema sin reglas, impacta muy negativamente en el comercio mundial y trae mucha incertidumbre”, afirmó Fabrízio Panzini, gerente de negociaciones internacionales de la CNI.

Preocupaciones

El sector privado brasileño articula presión internacional a favor de una reforma de la OMC que restaure la legitimidad del sistema multilateral de comercio. Esta semana, en São Paulo, la CNI y la Cámara de Comercio Internacional (ICC) celebraron un evento con la participación de organizaciones empresariales de Estados Unidos, México, la Unión Europea y países del Mercosur, para discutir y apuntar un camino común a sus respectivos gobiernos para la reforma.

“Países como Brasil tienden a perder más que otros con el debilitamiento de la OMC, pues tenemos una pauta diversificada de exportación, con gran participación del agronegocio. En el sistema de solución de controversias de la OMC, por ejemplo, Brasil ganó muchos casos contra subsidios”, dijo Panzini.

El gerente citó las victorias del gobierno brasileño en controversias contra los subsidios de EE.UU. al algodón, de Canadá a favor de la industria de aviones, y de la Unión Europea en favor del azúcar. Para el sector privado, es esencial que la OMC se fortalezca, porque es el órgano máximo para garantizar la estabilidad y la previsibilidad de reglas de comercio.

“Si, por un lado, la guerra comercial y el aumento del proteccionismo amenazan al sistema multilateral de comercio, por otro eso aumenta la presión por una reforma en la OMC, cuyas negociaciones todavía están paradas”, argumentó Panzini.

Tratamiento especial

El mes pasado, durante una visita oficial del presidente Jair Bolsonaro a Estados Unidos, el gobierno brasileño anunció que comenzará a renunciar al status de país en desarrollo en la OMC, a cambio del apoyo estadounidense a la entrada del país en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), un grupo internacional que reúne a 36 países desarrollados.

Los Estados Unidos no integran la OMC y están en contra de la existencia de listas con tratamiento diferenciado para países con menor desarrollo industrial. Esta lista, de la que Brasil forma parte junto a algunas otras decenas de países considerados en desarrollo, trae ventajas como más plazo para el cumplimiento de acuerdos, crédito internacional más barato y otras flexibilidades para la firma de acuerdos de libre comercio con países desarrollados.

Según Panzini, Brasil es capaz de abandonar el status especial en la OMC, pero eso debe estar articulado en torno a una amplia reforma en la organización, en que esa pérdida sea compensada con reglas más favorables para el país en temas como subsidios agrícolas adoptados por otros países contra los productos brasileños.

“El status de tratamiento especial tiene su importancia, es algo a que Brasil puede sí renunciar, pero eso debe formar parte de un paquete negociado con otras ganancias que son del interés del país, como subsidios en la agricultura y la industria”, dijo.

Traducción: Leonardo Vieira -  Edición: Sabrina Craide / Nira Foster

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