Brasil: pobres llevarían 9 generaciones para alcanzar ingreso promedio

Dice un estudio de la OCDE

Publicado en 18/06/2018 - 08:05 Por Agência Brasil - Brasilia

Un informe divulgado recientemente por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) estima que, en Brasil, pueden ser necesarias hasta nueve generaciones para que niños nacidos en familias de bajos ingresos (los 10% más pobre de la población) alcancen el ingreso promedio del país. Entre los miembros de la OCDE, el promedio es de unas cinco generaciones. La información se encuentra en el estudio ¿Un ascensor social descompuesto? Cómo promover la movilidad social.

“En Brasil, las circunstancias de los padres son un factor importante en la vida de las personas. El estatus económico y social se transmite fuertemente a través de generaciones”, dice el informe.

Pobreza e desemprego na América Latina  dificultam efetivação da Agenda 2030
  Para promover la movilidad social, la entidad recomienda a Brasil que mejore la eficacia del gasto público en la educación y la salud - Agência Brasil

En el ranking de los 30 países analizados por la OCDE, la situación solo es peor en Colombia, donde el ascenso social de descendientes de familias pobres llevaría 11 generaciones. Brasil está empatado en la segunda peor posición con Sudáfrica, país que solo logró acabar con el régimen del apartheid –que segregaba derechos entre blancos y negros– en 1994.

Dinamarca, Noruega, Finlandia y Suecia están en las mejores posiciones del ranking de movilidad social. En esos países, solo se necesitarían dos o tres generaciones para que los niños de familias pobres alcanzaran el ingreso promedio.

“Por general, en comparación con otros países, Brasil hace poco en términos de desigualdad y movilidad de ingresos entre generaciones. Lo mismo se aplica a muchos otros países de América Latina y economías emergentes, que combinan una desigualdad muy alta con baja movilidad de ingresos”, afirma el estudio.

Para la OCDE, a pesar del progreso social observado en Brasil con la salida de 25 millones de brasileños de la pobreza desde 2003, la desigualdad sigue siendo alta y el sistema educativo es una de las razones. “A pesar de algunas mejoras, las conquistas y la calidad de la educación brasileña siguen siendo bajas en la comparación internacional”, dice el estudio.

Para promover la movilidad social, la entidad recomienda a Brasil que mejore la eficacia del gasto público en la educación y la salud. Sugiere la mejora de acceso y en la calidad de la enseñanza profesional y, además, la mejora de la redistribución de ingresos por medio de reformas que aumenten los gastos sociales en programas dirigidos a los grupos más vulnerables.

Traducción: Leonardo Vieira -  Edición: Davi Oliveira / Augusto Queiroz

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