Brasil asume presidencia del Mercosur con foco en integración regional

Ampliación comercial, transición energética, desarrollo tecnológico, combate al crimen organizado y reducción de desigualdades sociales son las cinco prioridades que Brasil asumirá al frente del Mercosur durante el segundo semestre de 2025.
Las directrices fueron presentadas por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva este jueves (3), durante la 66.ª Cumbre del Mercosur, celebrada en Buenos Aires, Argentina, al recibir la presidencia pro tempore del bloque del mandatario argentino, Javier Milei.
Participaron del encuentro los jefes de Estado de los países miembros —Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay—, además de Bolivia, en proceso de adhesión, y representantes de países asociados.
La presidencia brasileña también buscará fortalecer la Tarifa Externa Común (TEC), incorporar los sectores automotriz y azucarero al régimen comercial del bloque y ampliar los mecanismos de financiamiento para infraestructura y desarrollo regional. Lula defendió, además, la modernización del sistema de pagos en monedas locales, con el objetivo de facilitar las transacciones digitales entre los países miembros.
Según el mandatario, el Mercosur representa un pilar de estabilidad regional frente a un escenario global inestable y polarizado. “A lo largo de más de tres décadas, construimos una casa con cimientos sólidos, capaz de resistir las inclemencias del tiempo. Formar parte del Mercosur nos protege. Nuestra Tarifa Externa Común nos blinda contra guerras comerciales externas. Nuestra solidez institucional nos presenta al mundo como socios confiables”, afirmó.
Acuerdos comerciales
La principal prioridad de Brasil en el Mercosur será fortalecer el comercio intrarregional y con socios externos. Lula resaltó la necesidad de concluir el acuerdo con la Unión Europea, considerado estratégico, aunque aún enfrenta resistencias, especialmente de Francia.
El miércoles (2) se anunció también la finalización del acuerdo con la Asociación Europea de Libre Comercio (AELC), integrada por Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza.
Además, el bloque busca avanzar en acuerdos con Canadá y Emiratos Árabes Unidos, actualizar los pactos vigentes con Colombia y Ecuador, y estrechar lazos con nuevos socios como Panamá y República Dominicana.
Lula también propuso un mayor acercamiento del Cono Sur con mercados asiáticos como Japón, China, Corea del Sur, India, Vietnam e Indonesia.
"Nuestra participación en las cadenas globales de valor se beneficiará con un mayor acercamiento a Japón, China, Corea, India, Vietnam e Indonesia", afirmó Lula, al destacar la necesidad de una infraestructura eficiente para facilitar la circulación de bienes y servicios. Mencionó, en ese sentido, los proyectos Rutas de la Integración Sudamericana y Ruta Bioceánica como ejes estratégicos para ampliar estas conexiones.
Con el objetivo de mejorar la infraestructura necesaria para estas conexiones, el Mercosur, bajo la presidencia de Brasil, lanzará una segunda edición del Fondo para la Convergencia Estructural del Mercosur (Focem), que ya ha facilitado más de mil millones de dólares en inversiones.
Asimismo, se promoverá la reactivación del Foro Empresarial del Mercosur y se fortalecerá el apoyo a las pequeñas y medianas empresas. "La prosperidad no se construye únicamente con grandes negocios", declaró Lula.
Transición energética y cambio climático
La agenda ambiental será otro eje central. Lula subrayó los impactos del cambio climático en el Cono Sur, con fenómenos extremos como sequías e inundaciones que afectan la vida humana, la infraestructura y la agricultura.
"La realidad avanza más rápido que el Acuerdo de París, desmintiendo el negacionismo climático", declaró Lula. Añadió que Brasil asumió la responsabilidad de organizar la COP30 en un contexto de profundas turbulencias para el multilateralismo y subrayó que el respaldo del Mercosur y de toda Sudamérica será fundamental.
Desarrollo tecnológico
El presidente brasileño alertó sobre la concentración del desarrollo tecnológico en manos de pocos países y defendió una estrategia regional para superar esa dependencia.
Recordó la asociación entre Brasil y Chile para crear modelos de inteligencia artificial alineados con las realidades culturales y lingüísticas latinoamericanas, iniciativa que espera ampliar en el Mercosur. También defendió la instalación de centros de datos en la región como un paso clave hacia la soberanía digital.
"Este esfuerzo debe ir acompañado del desarrollo local de capacidades informáticas, del respeto a la protección de datos y de inversiones que respondan a las crecientes demandas energéticas", afirmó.
En el ámbito de la salud, propuso transformar al Mercosur en un polo tecnológico capaz de atender las demandas de su población en materia de vacunas y medicamentos, en respuesta a las vulnerabilidades reveladas durante la pandemia.
Crimen organizado
Lula también se comprometió a evaluar la propuesta argentina de crear una agencia regional contra el crimen organizado transnacional. Subrayó la necesidad de actuar de forma coordinada, con inversiones en inteligencia, control de flujos financieros y de armas, y articulación entre los países.
Citó como ejemplo el Comando Tripartito en la Triple Frontera y el Centro de Cooperación Policial Internacional de la Amazonía, recientemente inaugurado en Manaos, que reúne fuerzas de seguridad de los nueve países amazónicos en la lucha contra delitos ambientales y otras actividades ilícitas.



