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Medio ambiente

Demanda de burros en China amenaza a la especie en Brasil

Sacrificios para exportación disminuyen la población animal
Vitor Abdala y Guilherme Jeronymo - Reporteros de Agência Brasil
Publicado en 05/07/2025 - 09:00
Río de Janeiro y São Paulo
Brasília (DF), 27/06/2025 -  China ameaça saúde e existência de jumentos.
Foto: Proteção Animal Mundial
© Proteção Animal Mundial

Los burros (Equus asinus), animales tradicionalmente asociados al sertón brasileño, mantienen una relación milenaria con los seres humanos. Domesticados hace aproximadamente 7.000 años, han sido utilizados desde entonces como animales de trabajo. En la tradición cristiana, se les atribuye el papel de haber transportado a Jesucristo durante su entrada en Jerusalén, una semana antes de su crucifixión.

La convivencia entre humanos y esta especie de équido, congénere del caballo, llevó a que su población alcanzara millones de individuos distribuidos por diversos países, incluido Brasil.

Sin embargo, la creciente demanda en China de una gelatina medicinal llamada ejiao —elaborada a partir de la piel de burros— representa una amenaza para la supervivencia de estos animales. La búsqueda por este producto ha aumentado año tras año.

Expertos se reunieron en el estado de Alagoas para debatir estrategias de preservación de la especie. Durante el 3.er Taller sobre Burros de Brasil, se encendió una señal de alerta sobre el alto riesgo de extinción de estos animales en el país en los próximos años.

Riesgo de extinción

De acuerdo con la Frente Nacional de Defensa de los Burros, entre 1996 y 2025, Brasil perdió el 94 % de su población de asinos, categoría que incluye burros, bestias y asnos.

La preocupación no es reciente. En 2021, un estudio publicado en la Revista Brasileira de Pesquisa Veterinária e Ciência Animal, de la Universidad de São Paulo (USP), advirtió que no existen granjas de reproducción de burros en el país y que, al ritmo actual de sacrificio, la especie podría extinguirse localmente.

Un informe de 2024 de la organización internacional The Donkey Sanctuary indicó que la demanda de piel de burro aumentó un 160 % entre 2016 y 2021. Solo en 2021, se sacrificaron 5,6 millones de animales para la producción de ejiao.

Las proyecciones indican que, en 2027, esa cifra podría alcanzar los 6,8 millones. Según The Donkey Sanctuary, esta práctica amenaza no solo a la población de burros en Brasil, sino también a la de otros países.

“La situación de Brasil y del mundo en relación con los burros es alarmante”, declaró el profesor Adroaldo Zanella, del Departamento de Medicina Veterinaria Preventiva y Salud Animal de la USP, durante el evento en Maceió. “Es un tema que preocupa a todo el mundo”.

Daños a la salud del animal

Un estudio publicado en marzo de este año en la revista Animals por investigadores brasileños señaló que el sacrificio de burros para atender la demanda china no solo amenaza su supervivencia, sino que también compromete su bienestar.

Los investigadores constataron la ausencia de una cadena productiva establecida en Brasil y denunciaron que la cría y el sacrificio se realizan en condiciones marcadas por el maltrato. Otro estudio, realizado con más de 100 burros, reveló signos de abandono, malnutrición y violencia.

The Donkey Sanctuary advierte que el transporte y el sacrificio de estos animales suelen realizarse sin regulación adecuada ni preocupación por la salud. “Cada vez que se transportan animales dentro y a través de las fronteras nacionales, existe el riesgo de transmisión y propagación de enfermedades perjudiciales tanto para los seres humanos (zoonosis) como para otros animales”, señala la organización.

Impacto social

Especialistas destacan que la desaparición de la especie tendría consecuencias sociales, especialmente para familias agricultoras que dependen del animal en sus labores cotidianas. “[Los burros] trabajan en lugares de difícil acceso, como cultivos de cacao en pequeñas propiedades. Pero, más allá de su función económica, tienen otros potenciales. Son excelentes animales de compañía: grandes, pero muy dóciles e inteligentes”, afirmó la veterinaria Patrícia Tatemoto, coordinadora de la campaña de The Donkey Sanctuary en Brasil.

Tatemoto también señaló que la gestación de los burros dura 12 meses y que el tiempo necesario para alcanzar la madurez para el sacrificio es de aproximadamente tres años, lo que encarece su crianza en granjas.

Uso medicinal

Una posible alternativa al colágeno medicinal extraído de la piel del burro es su producción en laboratorio mediante cultivos celulares. Sin embargo, este desarrollo aún se encuentra limitado a grandes empresas.

"Estudios ya señalan alternativas tecnológicas prometedoras, como la fermentación de precisión, capaz de producir colágeno en laboratorio sin necesidad de explotación animal. Invertir en estas innovaciones es fundamental para proteger la especie y promover prácticas más sostenibles, incluso desde una perspectiva socioeconómica", señala Roberto Arruda, ingeniero agrónomo y doctor en Economía Aplicada por la USP.