Covid-19: Casi el 70% de los brasileños tienen las dos dosis

Un 75% ha recibido la primera dosis y un 15% la de refuerzo

Publicado en 17/01/2022 - 07:05 Por Vinícius Lisboa - Reportero de Agência Brasil - Rio de Janeiro

Un año tras el inicio de la vacunación contra el covid-19, Brasil se acerca al 70% de su población con las dos dosis, mientras que el 15% ha recibido la dosis de refuerzo y cerca del 75% ha recibido al menos la primera dosis, según datos del panel de seguimiento del covid-19, de la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz). La campaña, encabezada por el Programa Nacional de Inmunización (PNI), había alcanzado al 68% de los brasileños con ambas dosis el pasado viernes (14). Ahora, da su primer paso para la protección de los niños de 5 a 11 años.

La vacuna contra la enfermedad tuvo su primera dosis administrada el 17 de enero de 2021, en la enfermera Mônica Calazans, en São Paulo. La agente de salud recibió la vacuna CoronaVac, producida en el Instituto Butantan en colaboración con la empresa china Sinovac. Desde entonces, tres de cada cuatro brasileños han recibido al menos la primera dosis de una de las cuatro vacunas adquiridas en el marco del Plan Nacional de Inmunización: AstraZeneca, CoronaVac, Janssen y Pfizer.

Investigadores de la Fiocruz y de la Sociedad Brasileña de Inmunizaciones, escuchados por la Agencia Brasil, afirman que la vacunación conjudjo a una caída dramática de la mortalidad y de las hospitalizaciones causadas por la pandemia, a pesar de las mutaciones más transmisibles del coronavirus, como la Delta y la Ómicron.

La vacunación en el mundo

El porcentaje de vacunados con la segunda dosis en Brasil sitúa al país por delante de la mayoría de sus vecinos sudamericanos, según la plataforma Our World in Data, vinculada a la Universidad de Oxford. Sin embargo, Chile (86%), Uruguay (76%), Argentina (73%) y Ecuador (72%) han logrado una mayor cobertura en el continente.

Si se considera la cobertura de dos dosis en los 30 países más poblados del mundo, Brasil ocupa el noveno lugar de la lista, que encabeza Corea del Sur (84,5%), seguida de China (84,2%) y Japón (78,9%). Brasil viene después de Vietnam (69,7%). Los países en los que la población tiene menos acceso a las vacunas son Kenia, Nigeria, Tanzania, Etiopía y la República Democrática del Congo, donde los niveles no llegan al 10%.

La dra. Mônica Levi, directora de la Sociedad Brasileña de Inmunizaciones, describe el porcentaje de personas vacunadas en Brasil como alto en comparación con países que tienen que hacer frente a movimientos antivacunas más fuertes, como Estados Unidos (62%) e Israel (64%). "No pueden avanzar, porque hay quienes se resisten fuertemente a la vacunación. Aquí en Brasil es mucho más fácil. Estamos en una situación mejor. A algunos países les va mejor que a nosotros, pero la resistencia a la vacunación aquí no es tan grande, pero podría aumentar", dijo, y agrego que le preocupan las dudas sobre la vacunación de los niños. "En el campo de la medicina nos entristece ver que las cuestiones políticas están influyendo en las decisiones de los padres sobre la salud de sus propios hijos, y que hay padres más preocupados por seguir los consejos políticos que los principios científicos y las conclusiones extraídas por quienes están cualificados para tomar decisiones médicas."

Eventos adversos

El Dr. Levi señaló que el público ha sido bombardeado con información confusa que exagera los efectos adversos predecibles y desestima los beneficios que las vacunas han aportado desde el comienzo de la pandemia.

"No estamos negando la existencia de efectos adversos graves. Son reales, pero son extremadamente raros. Debemos tener en cuenta las vidas salvadas y los beneficios que aporta la vacunación en comparación con el riesgo, que es considerablemente menor."

Maurício Barreto, epidemiólogo de Fiocruz en el estado de Bahía, está de acuerdo, y dice que las vacunas anticovid utilizadas en Brasil se están administrando en un gran número de otros países, lo que hace que los inmunizantes estén bajo el escrutinio de los reguladores e investigadores tanto en lo que respecta a su rendimiento como a su seguridad.

"Las vacunas suman miles de millones en todo el mundo. No se trata solo de vacunas administradas en Brasil, sino en todo el mundo. Estamos bastante seguros de los efectos adversos, pero se producen en una proporción tan mínima que los beneficios los superan con creces". A este respecto, los organismos reguladores están de acuerdo, ya sea en Brasil, Estados Unidos, Europa, Japón o Australia. Miles de instituciones vigilan los efectos de estas vacunas, por lo que confiamos en que tenemos vacunas seguras".

Para avanzar en la campaña de vacunación de Brasil, Barreto cree que debemos entender por qué algunas personas no han completado su ciclo de vacunación, identificando dónde y cómo los problemas podrían haber dificultado su regreso a los centros de vacunación. El objetivo, subraya, debe ser facilitar al máximo que la gente encuentre esos puestos de salud.

En el caso de otras vacunas con más de una dosis, recuerda el Dr. Levi, la cobertura suele ser muy inferior en la segunda y la tercera aplicación. "Lo vemos para la hepatitis B, por ejemplo, que también tiene tres dosis. Se trata de un comportamiento normal que ya hemos visto: el problema de hacer una vacuna con varias dosis y mantener la adherencia a la pauta completa", dice, agregando que aún es difícil saber si la vacunación contra el covid-19 terminará con la dosis de refuerzo. "En el futuro, es probable que tengamos nuevas variantes que nos obliguen a crear vacunas diferentes, o tal vez la inmunidad disminuya en algún momento después de la dosis de refuerzo; el tiempo lo dirá".
 

Traducción: Lucas Magdiel -  Edición: Graça Adjuto

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