Brasil y China acuerdan producción nacional de insulina glargina
El Ministerio de Salud de Brasil, la biofarmacéutica china Gan & Lee Pharmaceuticals y la brasileña Biomm han firmado un acuerdo para producir localmente insulina glargina de acción prolongada, empleada en el tratamiento de la diabetes tipo 1 y tipo 2. Se planea producir inicialmente 20 millones de viales para el Sistema Único de Salud (SUS).
El convenio también incluye transferencia de tecnología y cooperación científica con Brasil. Según el Ministerio de Salud, esta colaboración es clave para disminuir la dependencia externa de la insulina y aumentar su disponibilidad en el sistema de salud público.
Inicialmente, el envasado y etiquetado se llevarán a cabo en Brasil bajo la supervisión de Biomm, utilizando ingredientes farmacéuticos activos importados de Gan & Lee. Más adelante, la producción completa se realizará en el Centro Tecnológico de Insumos Estratégicos (CTIE) de Fiocruz en Eusébio, Ceará.
Economía
El gobierno considera que esta alianza fortalecerá la cadena nacional de insumos estratégicos, beneficiando a proveedores, logística, insumos químicos y biotecnología. Además, generará ahorros para el SUS al reducir costes logísticos y de importación.
La vicepresidenta de Fiocruz, Priscila Ferraz, también rubricó el acuerdo y destacó que la iniciativa ampliará las opciones de tratamiento para enfermedades significativas en salud pública, como cánceres y enfermedades autoinmunes. "La insulina glargina se utiliza en China desde hace más de 20 años y esta cooperación abre nuevas oportunidades de desarrollo tecnológico y estudios clínicos", señaló.
Expectativa
El gobierno destacó que la insulina glargina se comercializa en más de 30 países y podría impulsar la producción nacional de medicamentos estratégicos. Se espera que la asociación apoye al SUS en el desarrollo de investigaciones y productos para tratar cánceres, diabetes, obesidad y enfermedades autoinmunes, además de fortalecer los estudios clínicos en Brasil.
Wei Chen, director de Gan & Lee, manifestó al gobierno brasileño que el acuerdo representa un nuevo nivel de cooperación tecnológica. "Consideramos que este proyecto será un modelo de colaboración internacional, capaz de fomentar nuevas alianzas entre empresas chinas y brasileñas". Según él, la idea es facilitar el acceso de más pacientes a terapias seguras y modernas.
