Muerte de mujer arrastrada por coche de policía conmociona Brasil

La mandataria brasileña Dilma Rousseff expresó este martes a través de Twitter su pesar por la muerte de la auxiliar de limpieza Cláudia Ferreira da Silva, alcanzada por dos disparos durante un operativo el último domingo (16) para combatir el narcotráfico. La presidenta recordó que Cláudia "tenía cuatro hijos, estaba casada hace veinte años y se levantaba de madrugada para trabajar en un hospital en Río. La muerte de Claudia impactó al país. En este momento de tristeza y dolor, ofrezco mis condolencias a los familiares y amigos de Cláudia".

Tras ser herida en un tiroteo con supuestos narcotraficantes, Cláudia Ferreira da Silva fue colocada en el maletero de un furgón policial por tres agentes de la policía militarizada, quienes informaron que iban a llevarla al Hospital Carlos Chagas. Sin embargo, la puerta del maletero se abrió, y el cuerpo de Cláudia quedó colgando del vehículo y acabó siendo arrastrado sobre el asfalto. Cláudia llegó muerta al hospital.

Los tres policías involucrados en el caso fueron detenidos y el gobernador de Río de Janeiro, Sérgio Cabral, dijo que los agentes "actuaron de forma repugnante, inhumana y responderán penalmente por la barbarie que han perpetrado". El último lunes, durante el funeral, el esposo de Claudia, Alexandre Fernandes da Silva, informó que planea demandar al estado y negó que la mujer haya sido asesinada en un tiroteo, como justificó la policía. Él dijo que su esposa recibió un disparo después de salir de casa para comprar el pan.

"Ellos le dispararon de frente.  No hubo ningún tiroteo. Ella fue baleada en el pecho y en el cuello. Ellos llegaron en el medio del tumulto, vieron algo y dispararon, dijo Alexandre, quien agregó que la mujer llevaba en la mano solamente tres billetes de R$ 2 y un vaso de café. "Somos rehenes de los bandidos y de la policía, que debería protegernos. La policía entra [en la favela] y no le importa quién es trabajador", añadió. Alexander afirmó que no ha visto el video en el cual el cuerpo de la mujer aparece siendo arrastrado por la patrulla de la policía. "Prefiero no ver y voy a pedir a mis hijos que no lo vean, porque va a ser indignante", explicó.

Después del entierro, los residentes del Morro da Congonha, donde vivía la víctima, protestaron en la avenida principal del barrio, llevando pancartas que clamaban justicia por la muerte de Cláudia.

Traducción: Lucas Magdiel