Brasil: Cantante Dona Ivone Lara recibe la Orden del Mérito Cultural

Fue pisando “despacito” en la escena de la samba que esta mujer se convirtió en reina de un mundo casi exclusivamente masculino. Yvonne Lara da Silva, conocida como Dona Ivone Lara, desde niña sabía el don que tenía, la cultura ancestral que representaba y ya daba muestras de la pionera que llegaría a ser. Sin embargo, tuvo que superar muchas adversidades y resistencias para desarrollar una carrera de suceso. Hoy, a los 95 años, es admirada y respetada por donde quiera que va.

Este lunes (7), en el Palacio presidencial del Planalto, la cantante recibirá el Orden del Mérito Cultural, principal premio anual del gobierno brasileño en el área de la cultura. Este año, además de homenajear a Dona Ivone Lara, la ceremonia de premiación también celebra el centenario de la samba.

Huérfana de padre y madre a los 12 años, la niña, que ya empezaba a enamorarse del choro y de la samba, compuso “Tiê, Tiê”, una canción simple que repite la expresión que escuchaba de su abuela, hija de esclavos: “Oialá-oxa”.

Víctima de prejuicio por ser mujer, se vio obligada a renunciar a la autoría de muchas de sus composiciones tempranas para lograr aceptación. Un primo, Mestre Fuleiro, firmaba las letras de las canciones y Ivone Lara seguía de cerca la reacción del público, según cuenta la periodista Mila Burns, autora del libro Nasci pra sonhar e cantar (2009), sobre la cantante. La táctica ha funcionado.

Primera mujer en formar parte del ala de compositores de una escuela de samba y a crear un samba-enredo en 1965, fue invitada a componer, junto con otros dos colaboradores, el samba-enredo con el cual Império Serrano desfilaría en el carnaval en homenaje a los 400 años de Río de Janeiro.

El samba “Os cinco bailes da historia do Rio", compuesto en colaboración con Silas de Oliveira y Bacalhau, en el Carnaval de 1965, es reconocido hasta hoy como un “clásico y un de los más importantes sambas-enredos ya hechos”, según el profesor Edson Farias, investigador del Consejo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (CNPq). De acuerdo con Farias, el hecho de ser parte del grupo de compositores de una escuela de samba muy premiada le dio prestigio y visibilidad a Dona Ivone Lara en el panorama cultural de Río de Janeiro.

En los años siguientes, la cantante siguió haciendo lo que más le gustaba, aunque no dejó de trabajar como enfermera hasta jubilarse, cuando por fin pudo dedicarse exclusivamente a la música. Délcio Carvalho fue su más constante colaborador. Junto a él y a otros compositores, Dona Ivone creó canciones que siguen teniendo éxito hasta hoy y que fueron grabadas por varios cantantes, como “Acreditar” (1976), “Alguém me avisou” (1980), “Tendência” (1981), “Nasci para sonhar e cantar” (1982), además de la clásica “Sonho Meu” (1978).

“Es una mujer negra, de origen humilde, que vivía en una favela, y al esforzarse para concluir sus estudios y convertirse en enfermera, penetró en un espacio también poco accesible a personas de origen pobre como ella. Así, Dona Ivone Lara tanto se afirmó como un baluarte de la samba como se volvió un importante personaje con el cual se identifican los sectores populares”, explica.

Pese a los honores y premios que ha recibido y de su participación en varios festivales internacionales, el legado de autonomía y pionerismo de Dona Ivone Lara aún no ha generado grandes transformaciones. “Lamentablemente no puedo decir que sus logros hayan traído consecuencias positivas a la sociedad o al mundo de la samba. Todavía hay un largo camino por recorrer en ambos casos”, dice Mila Burns.

De un total de treinta personalidades que serán premiadas con el Orden de Mérito Cultural, solo ocho son mujeres, entre ellas la cantante de samba Clementina de Jesus, que será homenajeada póstumamente.

Traducción: Lucas Magdiel