Ante la disminución de los ingresos fiscales provocada por la contracción económica, el gobierno brasileño decidió recortar a US$ 2.725 mil millones –un 0,15% del Producto Interno Bruto– la meta de superávit primario para este año. Es decir, el ahorro de recursos destinados al pago de los intereses de la deuda pública.
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La nueva meta consta en el Informe de Evaluación de Ingresos y Gastos y se dio a conocer este miércoles. Publicado cada dos meses, el informe actualiza los parámetros económicos oficiales y las previsiones de recaudación, de gastos y de recortes en el Presupuesto, y sirve de base para editar un decreto que establecerá los límites de gastos para cada ministerio.
Según el ministro de Hacienda, Joaquim Levy, la nueva meta ayuda a reducir la incertidumbre en torno a la economía al aumentar la transparencia de las cuentas públicas.
El cambio debe ser ratificado por el Congreso. El informe redujo en casi US$ 14 mil millones la proyección de ingresos para el 2015.
