Brasil: abandono marca el perfil de adolescentes que matan o mueren

Riñas y conflictos territoriales, deserción escolar, trabajos precarios y familias económica y psicológicamente frágiles son algunas de las marcas de adolescentes que fueron asesinados o cometieron homicidios en Fortaleza, capital del estado brasileño de Ceará. La información está en los datos preliminares de la investigación llevada a cabo por el Comité de Prevención de Homicidios del estado, que reúne a parlamentarios de la Asamblea Legislativa de Ceará, representantes del gobierno local, de la municipalidad de Fortaleza y de organizaciones de la sociedad civil.

Los investigadores visitaron barrios en varias regiones de Fortaleza, especialmente en la periferia, e unidades de internamiento para delincuentes juveniles. Fueron aplicados 385 cuestionarios a parientes de adolescentes asesinados y de jóvenes que cumplen medidas socioeducativas por haber cometido homicidios. Aunque las historias son diferentes, muchas situaciones se repiten entre los encuestados. De los adolescentes asesinados, por ejemplo, el 73% murieron en el barrio o territorio donde vivían.

“Muchas de las madres escucharon los disparos que mataron a su hijo”, dijo la investigadora Camila Holanda, miembro del equipo técnico del comité. Para ella, los puntos comunes en las trayectorias de esos jóvenes revelan que existe una adolescencia abandonada, incluso por los servicios públicos. Entre los niños muertos, por ejemplo, el 74% había abandonado la escuela. Entre los que cometieron asesinato, el 64% se encontraba en la misma situación.

El diputado Renato Roseno, relator de la Comisión, dijo que el número de muertes con adolescentes como víctimas o autores ha aumentado considerablemente en los últimos 16 años en Fortaleza. El Mapa de la Violencia muestra que la ciudad tiene la más alta tasa de homicidios de niños y adolescentes en Brasil.

“La muerte no es un evento suelto, sino un proceso que se inicia en el abandono: vulnerabilidad individual y familiar debido a la ausencia de políticas públicas y al territorio donde viven. Hay muchas señales, como el acceso al mercado de armas, amenazas no investigadas y la total ausencia de una respuesta a los asesinatos”, enumeró.

Roseno dijo que el objetivo de la investigación es comprender los homicidios más allá del sentido común y establecer políticas públicas de prevención.

El estudio también revela que el 85% de los adolescentes que cumplen medidas de internamiento tienen la madre como principal responsable de la familia. Rui Aguiar, coordinador del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en los estados de Ceará, Río Grande do Norte y Piauí, lo ve como el punto de partida para el trágico camino de esos niños.

“La mayoría de las casas tiene como principales ingresos los que vienen de las mujeres, que a menudo fueron adolescentes embarazadas, abandonaron la escuela, perdieron oportunidades y ahora tienen empleos precarios o sobreviven solo con el Bolsa Família [programa federal de transferencia de ingresos]”, dijo. Según Aguiar, la prevención de homicidios en la adolescencia debe implicar grandes inversiones en políticas para las mujeres.

Traducción: Leonardo Vieira