En Brasil, acto moviliza la población para la desaparición de niños
Paulo da Cruz Silva, de 45 años, padre de Kelvem, dice que el hijo fue arrancado de los brazos de su esposa cuando tenía 10 meses, el 23 de febrero de 2005.
Un acto promovido el domingo (12) en la playa de Copacabana trató de movilizar a la población para un drama que afecta a miles de familias en el país. Se estima que hay unos 250 mil niños y adolescentes desaparecidos en Brasil.
La iniciativa fue del Consejo Federal de Medicina (CFM), del Consejo Regional de Medicina de Río de Janeiro (Cremerj) y de la Sociedad Brasileña de Pediatría como parte de la Semana de Movilización Nacional para Búsqueda y Defensa de los Niños Desaparecidos.
Ricardo Paiva, miembro del CFM, dijo que una de las reivindicaciones de las entidades es que el registro nacional de desapariciones realmente funcione. Otra demanda es que sea obligatorio remitir todos los registros policiales de desaparición de niños y adolescentes al Ministerio de Justicia.
Las organizaciones también piden la creación de una tarjeta de identidad unificada, ya que la posibilidad de obtener el documento con número distinto en los 27 estados facilita la desaparición y la trata de niños, según Paiva.
“Existe la Ley de la Búsqueda Inmediata, que ni la policía sabe que existe. No hace falta esperar 48 horas. Se debe iniciar la búsqueda pronto se notifique la desaparición. Este tema es doloroso, pero hay recomendaciones de cómo evitar y cómo proceder si ocurre la desaparición”, explicó Paiva.
La Comisión de Acciones Sociales del CFM llama la atención sobre las cifras alarmantes: en Brasil se registran, en promedio, 50 mil casos de niños y adolescentes desaparecidos por año. São Paulo concentra alrededor del 30% de ese número, seguido de Río de Janeiro y los estados del Nordeste. Aunque la mayoría de las desapariciones se resuelve en hasta 48 horas, hay un porcentaje de entre 15% y 20% de niños y adolescentes que no son encontrados por un largo período de tiempo.
“Muchos de estos niños terminan en el trabajo esclavo, en la adopción ilegal y en la explotación sexual de menores”, dijo el presidente del Cremerj, Nelson Nahon. “Es una semana de toma de conciencia y de alerta para medidas preventivas. Por ejemplo, que los padres pongan pulseras en los niños cuando vayan a la playa y a eventos.”
Hijo desaparecido
Paulo da Cruz Silva, de 45 años, padre de Kelvem, dice que el hijo fue arrancado de los brazos de su esposa cuando tenía 10 meses, el 23 de febrero de 2005, fue llevado por dos mujeres y un hombre, y nunca se le vio de nuevo.
“Desde aquel día, nuestra vida prácticamente terminó. Mi esposa adquirió un problema psicológico. Yo era conductor de autobús y ya no tengo condiciones de conducir en absoluto. Hace 12 años llevo este dolor”, recordó. “Fue como buscar una aguja en un pajar."
Después de lo ocurrido, la pareja tuvo tres hijos, hoy con 11, 8 y 3 años. “Uno piensa que suaviza si tiene otros niños, pero no. Es por siempre”, dijo Silva.
Traducción: Leonardo Vieira
Fonte: En Brasil, acto moviliza la población para la desaparición de niños
