Más presos blancos que negros liberados tras audiencias de custodia en Brasil

Las audiencias de custodia en Brasil liberan a más personas blancas que negras, según reveló una investigación del Instituto de Defensa del Derecho de Defensa (IDDD). En colaboración con organismos de investigación, el instituto supervisó todas las audiencias celebradas en nueve capitales brasileñas durante dos meses.

Ese tipo de audiencia se produce cuando un recluso es llevado ante un juez para que este considere si el encarcelamiento es legal y necesario. En cuatro ciudades, se verificó que personas negras y mestizas son enviadas a detención preventiva con más frecuencia que las blancas.

La mayor diferencia se encontró en el estado de Minas Gerais. El estudio encontró que el 77,94% de las personas que fueron llevadas ante un juez después de la prisión eran negras, mientras que el 22,6% eran blancas. De los blancos, el 42,3% siguieron bajo prisión preventiva, frente al 56,77% de negros y mestizos.

En Río de Janeiro, el 31,25% de los presos eran blancos, mientras que los negros sumaron el 63,39%. Entre los blancos, el encarcelamiento se mantuvo en el 54,29% de los casos, en comparación con el 66,2% de los casos entre los negros. En São Paulo, el 39,38% de los que fueron llevados a audiencias eran blancos, que permanecieron en la cárcel en el 55,26% de los casos, mientras que el 61,03% eran negros, quienes continuaron encarcelados después del 61,03% de las sesiones.

En Recife, capital de Pernambuco, la mayoría de los reclusos era negra o mestiza (92,39%). De ese total, el 63,53% fueron enviados a prisión preventiva. Del 7,61% compuesto por blancos encarcelados, el 57,14% permanecieron bajo custodia.

La Encuesta Nacional de Información Penitenciaria, publicada por el Ministerio de Justicia de Brasil, muestra datos similares: de los 726.712 reclusos del país, el 64% son negros. En Río de Janeiro, los negros y mestizos suman el 72% de la población carcelaria, y en Pernambuco, el 83%.

Prejuicio y cultura del castigo

El IDDD considera que, aunque las audiencias de custodia representan un avance significativo para la judicatura brasileña, su prejuicio sigue siendo espantoso. “Los prejuicios, la cultura del castigo y la creencia en el papel de las prisiones para frenar el crimen están presentes y no cambiarán de la noche a la mañana, pero darles a los que están bajo custodia la oportunidad de ser vistos y escuchados ha contribuido para que personas de carne y hueso tengan acceso a la justicia”, señala el informe.

Las audiencias de custodia, en las cuales los arrestados en flagrante delito son llevados ante un juez 24 horas después del encarcelamiento, fueron implantadas en Brasil en 2016. Su objetivo es que los magistrados consideren si el encarcelamiento es legal y necesario, en un intento por evitar la detención abusiva o innecesaria por largos periodos de tiempo.

Citando estudios previos realizados por el mismo instituto y otras organizaciones, el documento argumenta que las audiencias de hecho condujeron a una leve reducción en el número de detenciones preventivas. La entidad agrega, sin embargo, que la situación está lejos de ser ideal, teniendo en cuenta el “problema caótico de hacinamiento que enfrentan los centros penitenciarios de Brasil”.

Según la encuesta del Ministerio de Justicia, el 40% de la población penitenciaria del país está conformada por detenidos con prisión preventiva.

Traducción: Lucas Magdiel