Canciller brasileño aboga por producción nacional de semiconductores
El ministro brasileño de Relaciones Exteriores, Carlos França, defendió la creación de zonas fiscales especiales para atraer a los fabricantes de semiconductores a Brasil, ya que el mundo se encuentra en un momento de escasez del producto.
El incentivo consistiría en la creación de Zonas de Procesamiento de Exportaciones (ZPE), áreas que funcionan con exención de impuestos, autonomía cambiaria y normas administrativas simplificadas. França dijo que el tema se discute en el gobierno y que el ministro de Economía, Paulo Guedes, muestra entusiasmo con la idea.
“Creo que la creación de un entorno de este tipo en Brasil no solo fortalecería la industria ya existente en el país, sino que también atraería a nuevos inversores al mercado nacional, en un momento en el que las empresas líderes del mercado mundial buscan diversificar y descentralizar sus producciones”, dijo el canciller.
Carlos França habló durante un seminario sobre la cadena internacional de semiconductores, celebrado en la sede del ministerio el miércoles (27). El problema llama la atención del gobierno porque afecta a prácticamente todos los sectores de la industria y presiona los precios internamente.
Se encuentra perjudicada de forma más aguda, por ejemplo, la producción nacional de automóviles, que viene sufriendo sucesivas caídas por la falta de semiconductores, según la Asociación Nacional de Fabricantes de Vehículos Automóviles (Anfavea). Con una oferta inferior a la demanda, los precios han subido mucho en el mercado de vehículos. La asociación ha estado presionando para que se adopten políticas que aumenten la producción nacional del componente.
En la actualidad, Brasil produce tan solo el 10% de la demanda nacional de chips y semiconductores. Según datos de la Asociación Brasileña de la Industria de Semiconductores (Abisemi), hay 20 empresas que operan en el sector en el país, cuya facturación en 2021 fue de R$ 4.500 millones (US$ 906 millones).
Para aumentar esta producción, el Parlamento aprobó el año pasado la ampliación hasta 2026 de los incentivos crediticios previstos en el Programa de Apoyo al Desarrollo Tecnológico de la Industria de Semiconductores (Padis).
“Se trata de una política de Estado", dijo el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovaciones, Paulo Alvim, también presente en el seminario. Alvim recordó que la crisis de demanda provocada por la pandemia de covid-19 hizo que muchos países adoptaran incentivos a sus producciones nacionales. “Tenemos que manejar la crisis no solo como una amenaza, sino como una ventana de oportunidades que se abre para nuestro país”, advirtió.
Según el ministro, el Gobierno viene trabajando intensamente junto al sector empresarial para proponer políticas públicas que fomenten la producción de chips. También destacó la inversión en la formación de recursos humanos para esta industria, que sería de unos R$ 800 millones (US$ 161 millones) en las 50 universidades brasileñas que cuentan con investigadores en el área.
Otro ámbito muy afectado por la disputa mundial por los chips es el de las telecomunicaciones, cuya nueva tecnología 5G requiere la producción de semiconductores de muy alta tecnología, destacó el ministro de Comunicaciones, Fábio Faria, en su intervención. Faria defendió la asociación con grandes empresas internacionales para aumentar la producción nacional.
“No es de un día para otro que logramos hacer una planta de semiconductores”, dijo Faria. “Debemos centrarnos en este trabajo de semiconductores, ampliar nuestra producción y atraer alianzas internacionales.”