Cae el endeudamiento de las familias, pero preocupa la morosidad
El nivel de endeudamiento de las familias brasileñas cayó por segundo mes consecutivo en agosto, pero creció la proporción de personas con deudas vencidas y de las que afirman que no podrán pagar sus atrasos. Así lo muestra una encuesta realizada por la Confederación Nacional del Comercio de Bienes, Servicios y Turismo (CNC) y divulgada el martes (5).
El índice de endeudamiento cayó del 78,1% al 77,4%, el más bajo desde junio de 2022. En los últimos 12 meses, la reducción es de 1,6 puntos porcentuales.
Se considera endeudada a una persona que tiene compromisos pendientes, es decir, no necesariamente una factura vencida. Los datos del CNC muestran que las tarjetas de crédito son el mayor villano en los presupuestos de las familias brasileñas. La proporción de consumidores endeudados con tarjetas de crédito es del 85,5%.
La encuesta también revela que el tiempo medio de endeudamiento es de 6,9 meses. El tiempo medio de morosidad es de 63 días. La proporción de ingresos comprometidos en deudas es del 29,9%.
Según la economista responsable de la encuesta, Izis Ferreira, dos puntos contribuyen a esta reducción. "Un contexto más ventajoso de menor inflación en comparación con el año pasado y un mercado laboral resistente, que absorbe a las personas con menor nivel de formación. Esto ha llevado a la gente a tener espacio en sus presupuestos, y menos de ellas están buscando crédito como medio de consumo de bienes y servicios."
Facturas vencidas
Si por un lado ha disminuido la proporción de personas endeudadas, por otro ha crecido la proporción de morosos, es decir, de personas con facturas vencidas. Esta cifra alcanzó el 30% en agosto, igualando la de diciembre de 2022.
"Estamos hablando de un consumidor, por ejemplo, que tiene dos, tres tarjetas de crédito y un préstamo personal o nómina, una hipoteca. Con más tipos de deuda, es difícil que este consumidor pueda pagarlas todas a tiempo", afirma la economista.
Otro dato preocupante de la encuesta es el nivel de consumidores que afirman que no podrán pagar sus facturas vencidas, es decir, que seguirán en mora. La proporción del 12,7% es la más alta de la serie histórica que comenzó en enero de 2010. Esta situación afecta principalmente a las personas con ingresos de hasta tres veces el salario mínimo.
