Emoción en el entierro de Eduardo Campos
Recife - El cuerpo del excandidato a la presidencia Eduardo Campos fue enterrado el domingo (17) en una tumba sencilla, rodeada solo por flores. Fuegos artificiales y gritos de “Eduardo, guerrero del pueblo brasileño” marcaron la ceremonia.
En las calles, en los bancos, en las aceras, por sobre otras tumbas, cada espacio del Cementerio Santo Amaro fue disputado por los admiradores del exgobernador. Las vías cercanas al cementerio se llenaron de caravanas de diversas ciudades del estado. Según la Policía Militar, 150 mil personas asistieron al velatorio de Campos, en la sede del gobierno de Pernambuco, estado que gobernó durante siete años.
“Vinimos a mostrar nuestra solidaridad y agradecer por todo el bien que nos hizo”, dijo Mikaela Kalina, de 26 años, quien salió de la ciudad de Ribeirão, a unos 100 km de la capital Recife, en un convoy de ocho autobuses.
Próximos al ataúd, familiares, amigos y miembros del partido de Campos –el PSB–. El candidato estaba casado y tenía cinco hijos, entre ellos un bebé. Su cuerpo fue enterrado junto al del abuelo Miguel Arraes, quien murió hace nueve años en el mismo día 13 de agosto. Arraes apoyó la lucha por la reforma agraria, fue detenido por los militares que tomaron el poder del país en 1964 y luego se fue al exilio en Argelia. Como su nieto, Arraes gobernó el estado de Pernambuco más de una vez.
Traducción: Leonardo Vieira
Fonte: Emoción en el entierro de Eduardo Campos