Mujeres brasileñas siguen trabajando más y cobrando menos que los hombres

El crecimiento económico de Brasil en la última década no se reflejó en una mayor igualdad en el mercado laboral. Con o sin crisis, las mujeres brasileñas siguen trabajando más –cinco horas más en promedio– y cobrando menos.

Los ingresos de las mujeres equivalen al 76% de los ingresos de los hombres y ellas continúan sin las mismas oportunidades para asumir posiciones de liderazgo o dirección. El doble turno también sigue alejando a muchas del mercado laboral, a pesar de que ellas son responsables por mantener cuatro de cada diez hogares.

Los datos son del documento “Síntesis de Indicadores Sociales – Un análisis de las condiciones de vida de la población brasileña”, divulgado hoy (2) en Río de Janeiro por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE). La investigación tuvo en cuenta indicadores entre los años 2005 y 2015.

Las mujeres tienden a ganar menos que los hombres porque trabajan seis horas menos por semana en su oficio remunerado. Sin embargo, como dedican el doble de tiempo que ellos a las actividades domésticas, trabajan, en total, cinco horas más. Por lo general, ellas laboran 55,1 horas a la semana, en comparación con las 50,5 horas de los hombres.

Según Cristiane Soares, investigadora del IBGE, los hombres siguen eludiendo las tareas del hogar, lo que hace que ellas trabajen más. “En la década, la jornada masculina con tareas domésticas se mantuvo en 10 horas por semana”, dijo.

Ingresos desiguales

Aunque trabajan más, las mujeres tienen menos ingresos: un 76% de la remuneración de los hombres. La cifra era del 71% en 2005 y refleja el hecho de que las mujeres ganan menos en el empleo y también son menos elegidas a puestos de liderazgo o dirección. De los hombres mayores de 25 años, el 6,2% ocupaban esas posiciones, en comparación con el 4,7% de las mujeres de la misma edad. Sin embargo, incluso haciendo lo mismo como líderes o directivas, el salario de ellas era el 68% del de ellos.

A pesar de este escenario, la investigación muestra que crece el número de mujeres jefes de familia. Teniendo en cuenta todos los arreglos familiares, ellas son la persona de referencia del 40% de los hogares. Entre las parejas con hijos, uno de cada cuatro hogares es mantenido por las mujeres. El porcentaje de hombres que viven solos con los niños es mínimo.

Ni trabajan ni estudian

Siguiendo la tendencia mundial, las mujeres jóvenes de entre 15 y 29 años también están en desventaja en comparación con los hombres de la misma edad. En Brasil, la mayoría de ellas interrumpe sus estudios y deja de trabajar para cuidar la casa. Del total de mujeres, el 21,1% ni trabaja ni estudia, frente a un 7,8% de los hombres en el mismo grupo de edad.

En una década, la situación de los jóvenes llamados ni-ni ha cambiado poco. En 2005, el 20,2% de las mujeres y el 5,4% de los hombres se encontraban en esa situación. Según el estudio, la hipótesis más probable es que esas jóvenes están cuidando los niños o la casa. En promedio, el 91,6% de ellas informaron que ejercen tareas del hogar, gastando un promedio de 26,3 horas semanales. Entre los jóvenes del sexo masculino, el 26,3% de los ni-ni que respondieron cuidar la casa dedican 10,3 horas por semana a la actividad.

Luana Botelho, experta del IBGE en el tema, señala que la situación no cambió mismo cuando la situación económica del país era más favorable, en 2005. “La serie histórica muestra que la situación no cambia con la economía. El hecho de haber más o menos puestos de trabajo no hace que la mujer deje de ser ni-ni”, dijo. Para ella, son necesarias medidas específicas que permitan a las jóvenes disminuir su dedicación al hogar y volver a trabajar.

En total, alrededor del 70% de las mujeres brasileñas están fuera del mercado laboral. La mayoría tiene 50 años o más y no tiene formación escolar o solo completó la escuela primaria.

*Colaboración de Tâmara Freire, reportera del Radioperiodismo EBC

Traducción: Leonardo Vieira