Mujeres brasileñas trabajan 7,5 horas semanales más que los hombres
Las mujeres trabajan, en promedio, 7,5 horas semanales más que los hombres, debido al doble turno: el trabajo doméstico y el remunerado. A pesar de que la tasa de escolarización de ellas es más alta, su jornada también lo es.
Los datos se destacan en el estudio Retrato de las Desigualdades de Género y Raza, publicado el lunes (6) por el Instituto de Investigación Económica Aplicada (IPEA). El estudio se basa en series históricas de 1995 a 2015 de la Encuesta Nacional por Muestreo de Domicilios (PNAD) del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística.
En 2015, el promedio de las mujeres fue de 53,6 horas semanales, mientras que el de los hombres fue de 46,1 horas. Respecto a las actividades no remuneradas, la proporción se ha mantenido prácticamente sin cambios durante 20 años: más del 90% de las mujeres reportaron actividades domésticas; entre los hombres, en torno al 50%.
“La responsabilidad femenina por el trabajo de cuidar sigue impidiendo que muchas mujeres entren en el mercado laboral y, al mismo tiempo, las que entran siguen siendo responsables de las tareas domésticas. Esto lleva al doble turno y a la sobrecarga de trabajo”, dijo una de las autoras del estudio, Natália Fontoura, experta en políticas públicas y gestión gubernamental.
Ella explicó que la tasa de participación de las mujeres en el mercado laboral aumentó considerablemente entre los años 1960 y 1980, pero se estabilizó en los últimos 20 años. “Parece que las mujeres alcanzaron el techo de entrada al mercado laboral. No lograron superar los 60%, lo que consideramos un nivel bajo en comparación con muchos países”, dijo.
Jefes de familia
El estudio también señaló el aumento del número de familias encabezadas por mujeres. En 1995, el 23% de los hogares tenían mujeres como personas de referencia. Veinte años más tarde, son el 40%.
Los hogares encabezados por mujeres no son exclusivamente aquellos en los que no hay presencia masculina: en el 34% de ellos hay un cónyuge. “A menudo, esas familias están en mayor riesgo de vulnerabilidad social, ya que el ingreso promedio de las mujeres, especialmente de las negras, sigue muy inferior no solo al de los hombres, sino también al de mujeres blancas”, dice el estudio.
Mujeres negras
El IPEA encontró desigualdades superpuestas con desventajas para mujeres negras en el mercado laboral. Según Natália Fontoura, a pesar de cambios importantes, tales como el aumento general de los ingresos de la población ocupada, se mantiene una jerarquía salarial: hombres blancos, mujeres blancas, hombres negros, mujeres negras.
“La desventaja de las mujeres negras es mucho peor en muchos indicadores, en particular en el mercado de trabajo, pero también en la jefatura de la familia y en la pobreza. Es cuando las desigualdades de género y etnia se superponen en nuestro país”, dijo la investigadora, señalando que la tasa de analfabetismo entre mujeres negras es más del doble que la de mujeres blancas. Entre los hombres, la distancia es similar.
Educación
Según el IPEA, en los últimos años, más brasileños y brasileñas alcanzaron el nivel superior de educación. Entre 1995 y 2015, la población adulta negra con 12 años o más de estudios aumentó del 3,3% al 12%. Sin embargo, el nivel alcanzado en 2015 por los negros era el mismo que los blancos ya tenían en 1995. La población blanca con el mismo tiempo de estudio que la negra casi se ha duplicado en estos 20 años: del 12,5% al 25,9%.
Traducción: Leonardo Vieira
Fonte: Mujeres brasileñas trabajan 7,5 horas semanales más que los hombres