Naciones Unidas premian a organizaciones indígenas brasileñas

Las asociasiones Ashaninka del Río Amônia y Tierra Indígena Xingu

Publicado en 09/07/2017 - 11:02 Por Alex Rodrigues – Reportero de Agência Brasil - Brasilia

Brasília - Povos indígenas de diversas etnias chegam a Brasília para o Acampamento Terra Livre (Marcelo Camargo/Agência Brasil)

Un representante de cada proyecto seleccionado viajará a Nueva York para participar en la 72.ª Asamblea General de las Naciones UnidasMarcelo Camargo/Agência Brasil

El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) premió la labor de dos organizaciones indígenas que realizan proyectos de desarrollo sostenible en la Amazônia brasileña: la Asociación Ashaninka del Río Amônia (Apiwtxa) y la Asociación Tierra Indígena Xingu (Atix).

Las dos organizaciones son las dos únicas entidades brasileñas entre los 15 ganadores del Premio Ecuatorial 2017. Creado en 2002, el concurso recibió, en junio, más de 800 candidaturas de 120 países. Cada entidad ganadora recibirá un premio de US$ 10 mil. Un representante de cada proyecto seleccionado viajará a Nueva York para participar en la 72.ª Asamblea General de las Naciones Unidas.

“Al destacar iniciativas de todos los rincones del mundo, esperamos que otras personas se inspiren en sus ejemplos. La dedicación y compromiso [de los participantes] muestra lo que las comunidades son capaces de hacer cuando se unen para proteger la naturaleza y manejarla de forma sostenible, en beneficio de todos”, dijo el administrador del PNUD, Achim Steiner, quien explicó que la selección de los proyectos lleva en cuenta el potencial que tienen las propuestas para ser replicadas por otras comunidades.

Apiwtxa –término indígena que significa unión– fue creada en 1991 y tiene su sede en Cruzeiro do Sul, ciudad en el estado de Acre (norte). Para proteger el territorio indígena Ashaninka, ubicado en Marechal Thaumaturgo, también en Acre, y promover el desarrollo sostenible de la comunidad local, la ONG pasó a emplear la tecnología de mapeo en 3D de tierras para demarcar los límites de la reserva. Además, elaboró un plan de gestión del territorio indígena Kampa del Río Amônia, un espacio de 87 mil hectáreas que alberga a cerca de 800 personas, según datos de la asociación.

La asociación creó un centro educativo que promueve prácticas agroforestales sostenibles y el intercambio entre las comunidades Ashaninka en Brasil y Perú, bien como entre otros grupos indígenas y no indígenas y centros educativos locales. “A través de sus diversas iniciativas, Apiwtxa desarrolló una estrategia cohesiva para defender las tierras indígenas y mejorar los medios de subsistencia de la comunidad”, informa el PNUD en la página del evento.

Miel orgánica

La Asociación Tierra Indígena Xingu (Atix) fue fundada en 2004. Su labor permitió a las comunidades producir conjuntamente unas dos toneladas de miel orgánica con certificación cada año. La asociación cuenta hace años con el apoyo del Instituto Socioambiental (ISA), y el proyecto involucra a unos 100 apicultores de 39 aldeas de los pueblos Kawaiwete, Yudja, Kisêdjê e Ikpeng.

Los ingresos procedentes de la venta de la miel orgánica contribuyen para “preservar una cultura indígena apasionante y promover el tradicional estilo de vida sostenible de las comunidades que viven en los casi 27 mil kilómetros cuadrados que componen el territorio indígena del Xingu”, señaló el PNUD.

Atix es la primera asociación indígena de Brasil en obtener la licencia oficial del gobierno para trabajar como una entidad certificadora de productos orgánicos de fabricación local. De acuerdo con ISA, las autoridades estatales tomaron la decisión para evitar los altos costos y la burocracia de los sistemas de certificación auditados por empresas privadas especializadas en ese segmento.

Traducción: Lucas Magdiel


Fonte: Naciones Unidas premian a organizaciones indígenas brasileñas

Edición: Maria Claudia/Nira Foster

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