En Brasil se reconocen tres nuevas áreas como sitios Ramsar

Brasil reconoció tres nuevos humedales como sitios Ramsar, una designación que promueve la protección y la sostenibilidad de hábitats acuáticos en todo el mundo. Fueron reconocieron el Parque Nacional Marino de Fernando de Noronha, la cuenca del río Negro, en el Amazonas, y los manglares de la hoz del río Amazonas.

El anuncio fue hecho este jueves (22) por el director del Departamento de Acciones de Consolidación Socioambiental y Territorial del Instituto Chico Mendes de Biodiversidad (ICMBio), Cláudio Moretti, durante una sesión especial en el 8.º Foro Mundial del Agua. Con la inclusión de esos tres sitios a los 22 ya existentes, Brasil es el país que detiene la mayor extensión en áreas reconocidas como sitios Ramsar. Esa designación fue creada por la Convención Relativa a los Humedales de Importancia Internacional, conocida en forma abreviada como Convenio de Ramsar, ciudad del Irán donde fue firmado ese acuerdo en 1971, el cual entró en vigor en 1975 y al cual se sumaron 169 países.

El título internacional contribuye a que dichas regiones conquisten nuevas asociaciones, acuerdos de cooperación, apoyo a investigaciones y la financiación de proyectos de preservación y conservación ambiental.

En la opinión de Moretti, Brasil debe mejorar la gestión de recursos hídricos en unidades de conservación. “No basta con ganar el reconocimiento, hay entender cómo gestionar esas áreas para atender a los objetivos de protección de esos humedales de importancia internacional. Usar la convención Ramsar es una oportunidad para mejorar nuestro conocimiento básico y nuestra práctica de cómo crear y gestionar áreas protegidas en el contexto de los flujos hídricos de agua dulce”, dijo.

Biomas

Durante la sesión, se discutieron los desafíos para la protección de los biomas en Brasil. En la Amazonia, además del combate a la deforestación, uno de los mayores desafíos es la dificultad de gestionar los recursos hídricos, tanto por el tamaño de la cuenca como por el hecho de que ella pertenece a varios países.

“Tener la representatividad de los diversos actores que tienen poder de decisión sobre aquella cuenca es un gran desafío”, dijo Nayandra Kellen Pereira, representante del Programa de Soluciones Innovadoras en la Fundación Sostenible de la Amazonia. Según ella, es necesario encontrar alternativas al modelo gestión de cuencas existente en el país, como la formación de comités de microcuencas.

Además, resaltó la necesidad de invertir en las personas y en los saberes tradicionales de la Amazonia. “Esas personas detienen un conocimiento de problemas que están realmente sucediendo y tienen las mejores condiciones para unirse para proteger esas áreas. Invertir en esas personas, hacer que tengan acceso a políticas públicas y calidad de vida es clave para que no quieran deforestar”, dijo.

La experta señaló papel crucial que tiene la Amazonia en los humedales de América del Sur. Cada día, se emiten del bosque 20 mil millones de toneladas de vapor de agua. “Eso es más de lo que tenemos en la propia cuenca”, dijo.

Pantanal

En la actualidad, la mayor amenaza que enfrenta el Pantanal es la posible construcción de nuevas hidroelétricas y de la hidrovía Paraná-Paraguay, que se encuentra en proceso de licenciamiento ambiental.

“La comunidad ya se manifestó contraria al proyecto porque conoce el curso del agua en el Pantanal. Sin los meandros, que son las curvas del río, y si profundizan el canal del río, ya no habrá Pantanal”, apuntaló Solange Castrillon, profesora de la Universidad del Estado del Mato Grosso (Unemat).

Informó asimismo que la planificación energética del país prevé la construcción de 100 nuevas pequeñas centrales hidroeléctricas en la región.

“El gobierno debe tomar en consideración que la instalación de esas hidroeléctricas, así como el proyecto de la hidrovía Paraná-Paraguay, van a destruir el Pantanal. No estamos en un bioma aislado, existe una conectividad entre todos los biomas: Cerrado, Pantanal, Mata Atlántica”, resaltó la experta.

Traducción: Lucas Magdiel