Un innovador centro de recogida selectiva en la favela de Rocinha

El objetivo es evitar que 30 toneladas de plástico lleguen al mar

Publicado en 08/06/2022 - 11:50 Por Alana Gandra - Reportera de Agência Brasil - Río de Janeiro

La comunidad de Rocinha, en la zona sur de Río de Janeiro, considerada una de las más grandes favelas de América Latina, inaugura hoy (8) el centro de recogida selectiva Rocinha Recicla, que utilizará una innovadora metodología internacional para garantizar el saneamiento ambiental en la región. El objetivo principal del nuevo centro es la recolección de plástico flotante, evitando que el material termine en el mar de São Conrado y contamine el océano. El centro funcionará en el Complejo Deportivo de Rocinha.

El presidente de la Asociación de Recicladores del Estado de Río (Arerj), Edson Freitas, celebró el hecho de que el nuevo centro va a generar trabajo e ingresos para miles de personas. Según Freitas, con la pandemia del nuevo coronavirus y el desempleo, muchas personas comenzaron a recolectar este tipo de material. Entre 2017 a 2019, más de 300 mil personas recolectaban materiales en las calles de Río. “Con la pandemia, había más de 650 mil. La gente vio en la recogida una alternativa para generar ingresos. Para muchos, les proporcionaba el único alimento del día. De ahí la importancia del reciclaje para miles de personas.”

La Asociación se encarga de la cadena productiva del reciclaje, y su presidente destacó la necesidad de invertir más en la actividad. Recordó que también ayer (8) la Asamblea Legislativa de Rio votaría la Ley 5.923, que tiene como objetivo reconocer la actividad de los recolectores en el estado.

Bono

Por cada kilo de material recolectado, el recolector recibirá un bono para promover la sustentabilidad, y este bono se sumará a sus ganancias normales. Nancy Geringer, gerente de Marketing de la empresa social canadiense Plastic Bank, quien trajo la metodología a Brasil, informó que la compañía es pionera en el uso de la tecnología blockchain para rastrear toda la cadena de reciclaje. Todo se registra a través de una plataforma segura de blockchain, que permite rastrear la recogida, garantiza los ingresos y verifica los informes. “Desde que el recolector entrega el material en el centro, hasta el momento en que el material va al procesador para ser reinsertado en la cadena de producción global, todo es rastreado por la tecnología blockchain”, dijo Nancy.

Ella explicó que la empresa subsidia a los recolectores más que el valor de mercado, para que cada kilo de material obtenido fomente la recolección de plástico. “Para que ellos también vean valor en este residuo”. El bono tiene un valor de R$ 0,35 por kilo de material, lo que representa al menos el 40% del valor recaudado con la recogida. “Es al menos un 40% de aumento en los ingresos”. La iniciativa está patrocinada por SC Johnson. En la etapa inicial de Rocinha Recicla, el objetivo es retirar del área alrededor de 30 toneladas de plástico por mes, “debido al potencial de residuos que se desechan irregularmente en la comunidad”.

La directora de Plastic Bank Brasil, Helena Pavese, destacó la oportunidad de trabajar en Rocinha, considerando el simbolismo asociado a la contaminación plástica en la región. “Las imágenes de la ola de plástico llegando a la playa de São Conrado después de las tormentas en Río de Janeiro son comunes y, año tras año, refuerzan el problema de la eliminación incorrecta de residuos en la región. Esto hace que sea esencial para nosotros trabajar allí”. Helena cree que el reciclaje en la comunidad generará un impacto ambiental positivo y aumentará los ingresos de los recolectores.

Para regresar al sector productivo, el material recolectado es enviado a procesadores alianzados, con el fin de regresar como plástico social, para su reutilización en productos y envases.

Actuación

Plastick Bank llegó a Brasil a fines de 2019, en 2020 impulsó la alineación de la estructura del ecosistema y ahora abre el sexto centro de recogida de materiales en Río. “El principal ecosistema está en Río”. La empresa ya cuenta con puntos de recolección en Bertioga y São Vicente, en São Paulo, y en Vila Velha, en Espírito Santo. Según Nancy Geringer, Plastic Bank asume que es necesario bloquear el plástico antes de que llegue al océano. Por eso, la empresa opera en zonas costeras, acequias y balsas, para poder retirar el plástico antes de que llegue a los efluentes y acabe en el océano. En el caso de Rocinha, la directora reafirmó que el objetivo es estratégico: evitar que los residuos lleguen a las aguas de São Conrado.

Con esta tecnología, la empresa ya recolectó 137 millones de botellas de plástico en Brasil, con más de 4 mil recolectores registrados en las comunidades. La compañía fue fundada en 2013 en Canadá y opera, además de Brasil, en Indonesia, Filipinas, Egipto, Tailandia y Camerún. A nivel mundial, Plastic Bank ha evitado que lleguen a los océanos más de 2.500 millones de botellas de PET, o el equivalente a 50 millones de kilogramos de plástico.

Traducción: Leonardo Vieira -  Edición: Graça Adjuto / Nira Foster

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