Áreas de conservación en Brasil suman 62 millones de hectáreas
Las áreas de conservación de especies amenazadas suman 62 millones de hectáreas en 2022. La cifra es más de seis veces superior a la proyección inicial de la Estrategia Nacional de Conservación de Especies Amenazadas ("Pró-Espécies"), del Ministerio de Medio Ambiente (MMA).
En su lanzamiento, en 2018, el proyecto contemplaba 9 millones de hectáreas. Según el ministerio, la ampliación fue posible gracias a la realización de 11 Planes de Acción Territoriales para la Conservación de Especies Amenazadas (PAT), que detallaron los límites de cada uno de los 24 territorios incluidos en la iniciativa.
De acuerdo con el MMA, también se superó la meta de evaluar el estado de conservación de las especies. Inicialmente, el ministerio tenía previsto evaluar 7.000 especies de fauna y flora. En junio de este año se habían analizado 8.761 especies, de las cuales 5.511 eran de fauna y 3.250 de flora.
El nuevo cálculo —de las zonas de conservación y el estado de las especies— se hizo con ayuda de un programa informático de geoprocesamiento y tuvo en cuenta cada PAT. El trabajo también incluyó expediciones sobre el terreno, que dieron prioridad a las especies consideradas en peligro crítico y se centraron en las que carecen de estrategia de conservación. En este caso, hay 173 especies, de las cuales el 43% son de fauna y el 47% de flora.
Prioridades
La elección de las zonas incluidas en Pró-Espécies tuvo en cuenta factores como la presencia de especies en peligro crítico, en peligro o vulnerables, así como su ubicación por cuencas hidrográficas. Se dio prioridad a los territorios que no disponían de instrumentos de conservación ni de planes de acción.
Lanzado en mayo de 2018, Pró-Espécies fomenta acciones de prevención, conservación, gestión y manejo capaces de minimizar las amenazas y el riesgo de extinción de especies, especialmente las 290 críticamente amenazadas, que no contaban con políticas públicas de conservación.
El proyecto da prioridad a la integración entre el gobierno federal y los estados en la puesta en marcha de políticas públicas e iniciativas dirigidas a reducir las amenazas y mejorar la conservación de las especies objetivo. Según el Ministerio de Medio Ambiente, la iniciativa se estructuró con el fin de afrontar las principales causas de extinción: la pérdida de hábitats, la extracción ilegal y las especies exóticas invasoras.