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El número de armas privadas se duplicó: casi 3 millones en Brasil

La gestión de Bolsonaro redujo las normas de control y compra de armas
Vinícius Lisboa - Reportero de Agência Brasil
Publicado en 15/02/2023 - 13:38
Rio de Janeiro
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© Reuters/Diego Vara/Direitos Reservados

La cantidad de armas en colecciones privadas de civiles y militares brasileños aumentó más del doble y llegó a casi 3 millones en el período de 2019 a 2022, según estudio de los institutos Igarapé y Sou da Paz. Solo el año pasado se adquirieron más armas que en la suma de los años 2018, 2019 y 2020.

El equipo responsable del estudio señala que el crecimiento está relacionado con las medidas adoptadas durante el mandato de Jair Bolsonaro en la Presidencia de la República, que facilitaron el acceso a las armas en el país, especialmente entre los CAC (cazadores, tiradores deportivos y coleccionistas). Entre las medidas están la facilitación del porte de municiones y la disponibilidad de armas más potentes y en grandes cantidades. Con esto, los miembros de instituciones militares dejaron de ser los principales propietarios de colecciones privadas de armas en Brasil.

En 2018, antes de los cambios promovidos por la gestión de Bolsonaro, las colecciones privadas sumaban 1,3 millones de armas en el país, de las cuales el 47% pertenecían a militares, según el estudio. En aquel entonces, las CAC tenían el 27% del arsenal, y otro 26% correspondía a funcionarios públicos, ciudadanos comunes con registro para defensa personal y cazadores de subsistencia. Ya en 2022, la participación de los CAC en ese total había aumentado al 42,5%.

Los cambios en los arsenales privados de civiles y militares en el país fueron considerados “un efecto inmediato del descontrol promovido por más de 40 actos infralegales – decretos, ordenanzas e instructivos normativos – publicados entre 2019 y 2022, casi todos retrocediendo en los controles vigentes hasta entonces”, según el documento divulgado el lunes (13).

Los institutos también advierten que la altísima velocidad de compra se contrapone a la capacidad estatal para verificar adecuadamente estas solicitudes y supervisar el mercado, lo que impacta directamente en la seguridad pública. En 2018, los CAC compraron unas 59 mil armas, mientras que en 2022 se adquirieron 430 mil, un aumento de más de siete veces.

La directora de investigación del Instituto Igarapé, Melina Risso, destaca que, además de tener más armas, los CAC ahora tienen una colección más poderosa y menos controlada. “Se flexibilizó mucho el acceso a las armas, pero no el control no aumentó en la misma intensidad, la salvaguarda que teníamos antes. Por ejemplo, los tiradores tenían clases dentro de la categoría. El acceso a otro tipo de armamento dependía de su progresión en el deporte. En los últimos cuatro años, se acabó con esa progresión incluso para las armas de gran calibre. Su colección se ha vuelto más potente.”

Para la directora ejecutiva del Instituto Sou da Paz, Carolina Ricardo, el mercado de armas también funciona desde la perspectiva de la oferta y la demanda, así que el crimen organizado nota el aumento de la circulación de armas y busca formas de beneficiarse. "Conociendo el aumento de la oferta de armas, el crimen se organiza para explotar este movimiento. Es un canal más que el crimen puede explotar.”