La tecnología hace más preciso el control de las tierras indígenas
Un sistema de seguimiento y gestión territorial mapeó la producción agroextractivista de los pueblos que habitan las Tierras Indígenas de Rio Gregório y Kampa do Rio Amônia, en Acre. A través de una aplicación móvil, la herramienta también releva datos demográficos y de biodiversidad local, además de alertar sobre cambios en el uso del suelo.
El Sistema de Monitoreo y Gestión Territorial fue desarrollado en alianza con la organización no gubernamental Conservación Internacional (CI-Brasil) y los pueblos Yawanawá y Ashaninka. La herramienta comenzó a probarse en junio de 2022 y, a la fecha, más de 274.600 hectáreas de terreno ya cuentan con protección ampliada, beneficiando directa e indirectamente a casi 2.500 personas.
La innovación que trae la tecnología es un diferencial para alertar a los indígenas en casos de amenaza de incendio, deforestación, invasión. La herramienta también sirve para registrar dónde están haciendo una quema agrícola o en qué región están cazando, para poder identificar dónde hay una reducción de una determinada especie y decidir cazar en otro lugar. Algunas personas están haciendo encuestas demográficas en los pueblos.
Las alertas emitidas pueden ser enviadas a autoridades como el Ministerio Público Federal, la policía estatal y federal, la Fundación Nacional de los Pueblos Indígenas (Funai) y los ministerios de los Pueblos Indígenas y de Medio Ambiente y Cambio Climático.
Seguridad
En una entrevista con Agência Brasil, el jefe Tashka Yawanawá dijo que la aplicación ha facilitado y hecho más segura la vigilancia del territorio.
"Antes hacíamos el monitoreo manual, remontando los ríos, los caminos de las limitaciones del territorio y ahora, usando los drones y la app, es mejor porque podemos guardar estos datos. Y estos datos están disponibles cuando necesitamos denunciar invasiones. Sabemos exactamente en qué punto del GPS se están produciendo estos incidentes. El uso de la tecnología mejora la calidad final del trabajo. Para nosotros, la tecnología ha sido muy positiva, sin duda.
Ashaninka Jhon Velasco destacó que "con esta iniciativa, nuestras monitoras nos están enseñando a trabajar con la aplicación y el GPS. Es un paso muy importante que estamos dando los Ashaninka de Marechal Thaumaturgo".
Herramienta
Según el vicepresidente de CI-Brasil, Mauricio Bianco, la vigilancia de la tierra es una de las principales demandas de los pueblos indígenas de Brasil. "Nuestro objetivo es reunir dos tipos de conocimiento: el técnico-científico y el tradicional de estos pueblos", dijo a Agência Brasil.
Para facilitar la comprensión de los usuarios, la aplicación utiliza símbolos y términos de la lengua de los pueblos indígenas. "Y no necesitan necesariamente tener internet, porque la aplicación funciona en línea. Entonces, cuando puedan usar Internet, podrán descargar los datos. Pueden tener información mucho más precisa, básicamente en tiempo real", explicó.
En la construcción de la aplicación se utilizaron iconos y símbolos que representan diferentes cuestiones para cada pueblo indígena. El diseño de los iconos, ya sea en forma de animales, campos, invasión por el fuego, lo determinan los propios indígenas, según las necesidades de los usuarios.
"Cada pueblo (yawanawá y ashaninka) tenía símbolos del icono según lo que entendían. Si no entienden, no tiene sentido que hagamos algo estandarizado", dijo Bianco. Según él, se trata de pueblos que no han desarrollado la escritura, lo que justifica la importancia de los iconos.
Mauricio Bianco subrayó que los datos recogidos son responsabilidad de los propios pueblos indígenas. Y que son los pueblos los que definen quién puede tener acceso a la aplicación, porque hay informaciones que prefieren guardar para sí mismos.
El presidente de CI-Brasil dijo también que la perspectiva es ampliar el acceso a la herramienta a otros pueblos indígenas. Entre ellos, los Kayapós, de la región de Xingu, con los que Conservación Internacional ya viene trabajando.
Demarcación
La Tierra Indígena de Rio Gregório fue demarcada en 1983 y ratificada en 1991, con los límites revisados en 2007. Tiene 187.400 hectáreas y está situada en el municipio de Tarauacá, en Acre.
La Tierra Indígena Kampa del Río Amônia fue demarcada y ratificada en 1992, tiene 87.205 hectáreas y está situada en el municipio de Marechal Thaumaturgo, también en Acre, en la frontera con Perú.