Incendios forestales empobrecen diversidad amazónica, dice estudio
Los incendios forestales en las zonas de transición entre los biomas amazónico y cerrado están provocando un empobrecimiento significativo de los ecosistemas, con la pérdida de especies y la disminución de las reservas de carbono. Un estudio financiado por el Instituto Serrapilheira reveló que los incendios repetidos pueden reducir hasta un 68% la capacidad de las áreas forestales para almacenar dióxido de carbono en la biomasa.
Dirigido por Fernando Elias, de la Universidad Federal Rural de Amazonia, y Maurivan Barros Pereira, de la Universidad Estatal de Mato Grosso, el estudio analizó 14 áreas forestales agrupadas en tres categorías: nunca afectadas por el fuego, quemadas una vez y sometidas a incendios múltiples. Los investigadores recopilaron información sobre el número de especies, la densidad de troncos y las reservas de carbono en la vegetación.
Según Elias, los incendios no están convirtiendo la Amazonia en una sabana, sino en un bosque secundario empobrecido. "La Amazonia no se está convirtiendo en una gran sabana; se está convirtiendo en un bosque secundario, un bosque más pobre, con menos reservas de carbono, una reducción de casi el 70%", afirmó.
Riesgo de extinción
Para evaluar el impacto del fuego en la composición florística de los bosques, los investigadores clasificaron las especies en tres categorías: cerradas, específicas del bioma cerrado; forestales, típicas de la Amazonia; y generalistas, presentes en ambos ecosistemas. Este enfoque permitió identificar cuáles son las especies más afectadas y los cambios en la diversidad tras un incendio.
Fernando Elias explicó que la conclusión de que no se está produciendo una conversión de la Amazonia en sabana, sino un empobrecimiento del bosque, se basa en que el número de especies de sabana y generalistas permaneció constante tras el impacto del fuego, mientras que las especies forestales, más sensibles, experimentaron una disminución significativa. "La corteza de algunas especies forestales está ausente o es muy fina, lo que las hace extremadamente vulnerables a los incendios. Cuando un bosque se incendia, estas especies suelen sufrir una mortalidad extrema. Si una especie rara no tiene capacidad para resistir el fuego, puede extinguirse localmente", advirtió Elias.
Servicios
Este empobrecimiento del bosque, además de amenazar con la extinción de especies, supone un riesgo significativo para el planeta y la humanidad, afirmó el investigador. "Esto resulta en un bosque degradado, con especies incapaces de proporcionar servicios ecosistémicos esenciales, como la regulación de las lluvias, el secuestro de carbono para mitigar el cambio climático y la polinización", subrayó.
Uno de los principales problemas identificados es la reducción drástica en la capacidad de eliminar dióxido de carbono de la atmósfera y almacenarlo en la biomasa."Hemos observado que una sola quema puede reducir las reservas de carbono en casi un 50%, mientras que las quemas repetidas generan pérdidas de hasta el 68%", explicó.
En términos prácticos, cada área afectada por el fuego no solo libera gases de efecto invernadero durante la quema, sino que también emite el dióxido de carbono almacenado en los árboles. "En las zonas no afectadas por el fuego, las reservas de carbono alcanzan 25,5 toneladas por hectárea. En las áreas quemadas una vez, descienden a 14,1 toneladas, mientras que en las quemadas varias veces caen a solo ocho toneladas. La diferencia entre estas áreas es impactante", concluyó.
Vulnerabilidad
Las áreas analizadas están ubicadas en los límites de los estados de Amazonas, Pará y Mato Grosso, dentro de la región conocida como el Arco de la Deforestación. Según los investigadores, la degradación en estas zonas está influenciada tanto por actividades agrícolas cercanas como por niveles más altos de sequía en comparación con las áreas más profundas de la Amazonia. Estas condiciones incrementan su vulnerabilidad ante el rápido avance del cambio climático. "Estas áreas suelen ser clasificadas como cerrado, aunque poseen un elevado almacenamiento de carbono y albergan especies típicamente amazónicas. Sin embargo, el Código Forestal permite la deforestación de hasta el 80% en las áreas de cerrado", explicó Fernando Elias.