Gobierno anuncia medidas tras domingo de manifestaciones
El gobierno anunció el domingo (15) que enviará al Congreso Nacional, en los próximos días, un paquete de medidas contra la corrupción y la impunidad, además de reforzar la necesidad de poner fin a la financiación privada de campañas electorales. El anuncio se hizo tras un día de fuertes manifestaciones que reunieron a miles de personas contra la corrupción y el gobierno de la presidenta Rousseff en todas las regiones del país. No hubo registro de enfrentamientos y las protestas fueron pacíficas.
Elegidos por Rousseff para hablar en nombre del gobierno, los ministros de Justicia, José Eduardo Cardozo, y de la Secretaría General de la Presidencia, Miguel Rossetto, dijeron que la mandataria comprende que lo que quieren los brasileños es ver una lucha eficiente contra la corrupción.
Según Cardozo, el paquete de medidas se está formulando desde el comienzo del año y aún no había sido anunciado porque exigía el abordaje de cuestiones técnicas y jurídicas. “Los temas que rodean estas medidas tuvieron que ser discutidos por el nuevo gobierno. Estamos en marzo y la presidenta anunció en su discurso inaugural que se lanzarían estas medidas dentro de seis meses. Así que las enviaremos mucho antes de eso”, dijo el ministro.
Por todo el país, las manifestaciones contra el gobierno se celebraron pacíficamente el domingo. En São Paulo, la ciudad más grande de Brasil, la policía militar informó que al menos 1 millón de personas se reunieron en la céntrica Avenida Paulista. En Campinas, la segunda ciudad más grande del estado de São Paulo, miles de personas también participaron en protestas.
En Río de Janeiro, una manifestación con cerca de 15 mil personas, según estimaron los organizadores, se produjo en la turística playa de Copacabana por la mañana. Por la tarde, la concentración tuvo lugar en el centro de la ciudad, donde las calles fueron cerradas al tráfico. Acompañados por altavoces, los manifestantes criticaron al gobierno y a la corrupción. También hubo grupos que abogaban por el retorno de los militares al poder y marchaban cantando himnos del Ejército Brasileño.
En Brasilia, capital federal, la protesta reunió a 45 mil personas en la Explanada de los Ministerios, según estimaciones oficiales. Con pancartas pidiendo desde el fin de la corrupción hasta la destitución de Rousseff, los manifestantes se apostaron frente al Congreso Nacional, donde extendieron una enorme bandera de Brasil y cantaron el Himno Nacional.
En Goiânia, ciudad cerca de Brasilia, en la región Centro-Oeste, unas 60 mil personas asistieron a una caminata pacífica de protesta durante unos 4 kilómetros.
En Porto Alegre, en el sur de Brasil, los manifestantes se concentraron en el barrio Moinhos de Vento y en el Parque de la Redención. De acuerdo con la Brigada Militar, alrededor de 100 mil personas participaron en los actos. En Curitiba, capital del estado de Paraná, cerca de 80 mil se reunieron en la región central.
En el Nordeste, se reportaron protestas con miles de personas en Salvador, Recife, Aracaju y en otras capitales. En Fortaleza, la manifestación reunió entre 15 y 20 mil personas en Aldeota, barrio de clase alta de la ciudad. La mayoría de los participantes llevaba ropas con los colores de la bandera brasileña y pancartas con frases de rechazo al Partido de los Trabajadores y a la presidenta Rousseff.
En la región Norte, manifestantes también salieron a las calles de las principales ciudades. Unas 22 mil personas se unieron a las protestas en las principales avenidas del centro de Manaus, capital del estado de Amazonas. En Belén, capital de Pará, los manifestantes caminaron por el centro, vestidos de verde y amarillo y llevando pancartas con críticas al gobierno y pedidos de impugnación de Rousseff.
En Belo Horizonte, capital de Minas Gerais, cerca de 24 mil personas se reunieron en la Plaza de la Libertad. La manifestación siguió hasta las 13h, cuando los manifestantes se dispersaron.
Los ministros Cardozo y Rossetto comentaron la actitud de algunos grupos que llevaban pancartas pidiendo la intervención militar en el país o el fin de instituciones como el Supremo Tribunal Federal. Para Rossetto, aunque minoritarias, estas posiciones no deben ser aceptadas por la sociedad y deben ser combatidas incluso por los otros manifestantes, demócratas.
“La sociedad brasileña debe rechazar este tipo de actitud antidemocrática. [En esta actitud] no hay críticas al gobierno de la presidenta Dilma, sino una agresión a la democracia, y esto no se puede tolerar”, señaló Rossetto.
A su vez, el ministro Cardozo destacó que el gobierno ya viene defendiendo la necesidad de una reforma política desde la campaña electoral. En su opinión, el tema más urgente es la financiación de las campañas electorales. “Ya no es posible que sigamos con empresas financiando las campañas electorales. Se debe cerrar inmediatamente esta puerta [a la corrupción]”, dijo.
Traducción: Leonardo Vieira
Fonte: Gobierno anuncia medidas tras domingo de manifestaciones