Sepa quiénes le entregaron la banda presidencial a Lula
Uno de los momentos más esperados de la investidura presidencial del domingo (1) en Brasil —la entrega de la banda— conmovió a todos en la Plaza de los Tres Poderes de Brasilia. Ante el viaje de Bolsonaro al exterior poco antes del final de su mandato, había muchas expectativas y especulaciones sobre quién le pasaría la banda a Lula en la ceremonia que tradicionalmente se realiza en lo alto de la rampa del Palacio presidencial del Planalto.
Encabezado por la primera dama, Janja da Silva, el equipo organizador de la toma de posesión optó por una serie de gestos simbólicos. Un grupo de ocho personas representativas de la sociedad brasileña subió la rampa junto a Lula y el vicepresidente Geraldo Alckmin. En lo alto de la rampa, la banda presidencial pasó de mano en mano hasta que se la entregó a Lula una mujer negra que trabaja como recolectora de material reciclable. Entre el grupo también había un niño negro, una persona con discapacidad, un líder indígena reconocido internacionalmente y personas que asistieron a la vigilia permanente durante los 580 días que Lula estuvo preso en Curitiba, en el sureño estado de Paraná, entre 2018 y 2019.
Los brasileños que subieron la rampa del palacio y llevaron la banda a Lula, 39.º presidente de Brasil, son:
Francisco Carlos do Nascimento es un niño negro de 10 años de la periferia de la ciudad de São Paulo. Al igual que Lula, Francisco es hincha del Corinthians, equipo de fútbol de su ciudad natal. En 2019, el niño había estado en Curitiba para asistir a la vigilia organizada por manifestantes que pedían la salida de la cárcel del entonces expresidente Lula, a quien también había conocido en otra ocasión en São Paulo. Después de ver un largometraje que narra la vida del presidente, y con la atención y el cariño que recibió de él en la ceremonia navideña celebrada para los recicladores, Francisco dice que él también puede llegar a ser presidente de Brasil algún día.
Aline Sousa, de 33 años, es recicladora desde los 14, una ocupación que ha ejercido su familia durante tres generaciones. Madre de siete hijos, Sousa se unió al Movimiento Nacional de Recicladores como coordinadora nacional en 2013, representando a los recicladores del Distrito Federal. Actualmente dirige la Secretaría Nacional de la Mujer y la Juventud de la asociación de recicladores Unicatadores. Su tarea consistió en recibir la banda de manos de los demás y colocarla en el hombro del nuevo presidente.
A sus 90 años, el cacique Raoni Metuktire dedica su vida a la defensa de la Amazonia y sus pueblos indígenas, y goza de gran reconocimiento en todo el mundo. Nacido en la aldea Kraimopry-yaka, ha viajado por todo el mundo haciendo un llamamiento a la paz.
Weslley Viesba Rodrigues Rocha, de 36 años, es metalúrgico en São Paulo desde los 18 años. Rocha está casado y tiene dos hijos. Se licenció en Educación Física con la ayuda del programa de préstamos estudiantiles FIES.
Murilo de Quadros Jesus, de 28 años, es profesor licenciado en portugués e inglés y vive en Curitiba. Ha enseñado portugués como lengua adicional en la Universidad de La Sabana, en Bogotá, Colombia, entre 2016 y 2017 y fue becario Fulbright como profesor de lengua portuguesa en Bluefield College, en West Virginia, entre 2021 y 2022.
Jucimara Fausto dos Santos, cocinera nacida en el estado de Paraná, ha dedicado su vida a la cocina y contribuyó voluntariamente a las vigilias mientras Lula estaba encarcelado en Curitiba.
El influencer Ivan Baron es un joven del estado de Río Grande del Norte con parálisis cerebral. Es una voz famosa en el movimiento brasileño contra la discapacidad en Internet y es aclamado como embajador de la inclusión. Baron comparte contenidos educativos sobre derechos, datos curiosos y temas relevantes en un intento de que tanto las personas con discapacidad como el público en general estén mejor informados y sean más capaces de luchar contra los prejuicios.
Flávio Pereira, de 50 años, nació en Pinhalão, Paraná. Trabaja como artesano y también participó en la vigilia durante los 580 días de encarcelamiento de Lula.
