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Salud

Expertos debaten sobre el acceso al cannabis medicinal en Brasil

Regulación podría aportar más seguridad a los pacientes, dice abogado
Elaine Patricia Cruz - Reportera de Agencia Brasil
Publicado en 05/08/2023 - 13:09
São Paulo
Rio de Janeiro (RJ), 06/05/2023 - A Marcha da Maconha 2023, caminhada pela legalização, acontece na orla de Ipanema. Foto: Fernando Frazão/Agência Brasil
© Fernando Frazão/Agência Brasil

Hace ocho años, Vivian Dalla Colletta tuvo su primera experiencia con el cannabis. Se describía a sí misma como "conservadora", alguien que ni siquiera había consumido refrescos o bebidas alcohólicas, y nunca se había planteado consumir cannabis. Sin embargo, el dolor debilitante causado por la fibromialgia la llevó a explorar la planta medicinal en busca de alivio terapéutico.

"Mi relación con el cannabis empezó hace ocho años, cuando me diagnosticaron fibromialgia, un síndrome de dolor crónico que me provoca un dolor constante en todo el cuerpo", explicó en una entrevista con Agência Brasil. "Durante años, manejé mi fibromialgia a través del ejercicio físico. Sin embargo, en 2015, tuve apendicitis, lo que llevó a una cirugía urgente que resultó en una lesión nerviosa en mi pierna. Entonces, empecé a experimentar descargas intensas y dolores insoportables, que incluso me provocaron desmayos."

São Paulo (SP), 03/07/2023,    2° edição do CICMED reúne  mais de 800 participantes entre especialistas, palestrantes, médicos e expositores, no Wyndham Sãoo Paulo Paulista. Na foto a Palestrante Vivian Dalla Colletta. Foto Paulo Pinto/Agência Brasil
Vivian Dalla Colleta empezó a consumir cannabis para aliviar sus dolores crónicos -  Paulo Pinto/Agência Brasil

"Por ello, empecé a tomar cuatro medicamentos bajo la supervisión de un profesional médico, conocidos comúnmente como fármacos de raya roja. Sin embargo, cuando el médico sugirió añadir un quinto medicamento, me entró aprensión. ¿Cómo podía proponerme otro medicamento mientras yo seguía soportando un dolor insoportable? Y entonces me acordé de un enfermo de cáncer que fumaba marihuana para aliviar el dolor", cuenta la farmacéutica, que también es investigadora de la Universidad Federal de Santa Catarina (UFSC) y fundadora del Instituto de Enseñanza e Investigación del Cannabis Dalla.

"Siempre tuve aversión a los cigarrillos de tabaco y, en un momento especialmente desesperado, me planteé probar la marihuana para aliviarme. Sin embargo, ese método resultó ineficaz", explica. Fue entonces cuando descubrió el aceite de cannabis, derivado del cannabis sativa, la planta de la marihuana, que actúa sobre el sistema nervioso central. "A partir de ese momento, abandoné por completo la medicación convencional y recurrí únicamente al extracto de cannabis, que sigo tomando a día de hoy", explicó.

El cannabis ha sido una fuente crucial de apoyo para ella durante este nuevo capítulo de su vida, tras una reciente operación de cáncer de intestino. "Sin embargo, en lo que se refiere al cáncer, aún hace falta una investigación exhaustiva sobre los beneficios específicos del cannabis", subrayó.

Agência Brasil tuvo la oportunidad de entrevistar a Dalla, como prefiere que la llamen, en la 2.ª edición de la Conferencia Internacional sobre Cannabis Medicinal (CICMED), que se celebra en São Paulo hasta el próximo sábado (5). Este evento reúne a prestigiosos ponentes internacionales y nacionales, así como a laboratorios y distribuidores de tratamientos basados en cannabis medicinal, para debatir y promover las nuevas tendencias en la aplicación del cannabis en diversos campos de la medicina.

Acceso

Estudios científicos han demostrado la eficacia médica del cannabis en el tratamiento de diversas enfermedades, incluidas afecciones neurológicas, sin que se hayan registrado casos de adicción. Sin embargo, en Brasil, su uso no es libre y el acceso requiere receta médica. Hasta 2015, la venta de cualquier producto que contuviera cannabidiol, una sustancia derivada del cannabis, estaba prohibida en el país. Sin embargo, desde entonces, el regulador nacional de medicamentos de Brasil, Anvisa, ha incluido el cannabidiol en la lista de sustancias controladas. En consecuencia, las empresas que pretendan fabricar o vender derivados de esta sustancia deben obtener el registro de Anvisa, y los pacientes están obligados a tener una receta válida para adquirir estos productos.

Actualmente, hay tres formas de acceder al cannabidiol: a través de las farmacias, por medio de asociaciones o por importación. Sin embargo, el sistema nacional de salud pública de Brasil, SUS, aún no ha puesto en marcha una política para la distribución gratuita de productos a base de cannabidiol. No obstante, hay iniciativas en curso en el Congreso Nacional para garantizar que los pacientes que necesiten estas terapias puedan acceder a ellas a través del SUS.

São Paulo (SP), 03/07/2023,    2° edição do CICMED reúne  mais de 800 participantes entre especialistas, palestrantes, médicos e expositores, no Wyndham Sãoo Paulo Paulista. Na foto o Palestrante Leonardo Navarro. Foto Paulo Pinto/Agência Brasil
Navarro defiende que el consumo de cannabis sea regulado por ley - Paulo Pinto/Agência Brasil

"En el ámbito de las aplicaciones medicinales, las víctimas son los pacientes. Desde el punto de vista industrial, son las empresas las que pierden, ya que potencialmente podrían generar ingresos, oportunidades de empleo y contribuir a los ingresos fiscales. Además, la cuestión del uso recreativo para adultos sigue siendo ambigua, sin límites claros, lo que a menudo conduce a detenciones injustificadas", destacó el abogado Leonardo Navarro, experto jurídico especializado en derecho médico sanitario.

Según él, que también recurre al cannabis medicinal para tratar un trastorno del sueño, contar con una ley federal aportaría la tan necesaria tranquilidad al asunto, lo que se traduciría en una reducción de costes y una mayor accesibilidad para los pacientes que requieren esta terapia. "Con una ley bien estructurada que describa la naturaleza del producto, sus posibles aplicaciones, incluido su uso en contextos alimentarios o industriales, y establezca criterios claros para definir los fines medicinales, podemos garantizar la seguridad de todas las partes interesadas y establecer un sistema con seguridad jurídica". Aunque la normativa actual establecida por Anvisa es encomiable, se basa en resoluciones de un consejo colegiado. La preocupación surge de la posibilidad de que un cambio en la composición del consejo corra el riesgo de alterar lo que ya se ha logrado. Por lo tanto, no podemos basarnos únicamente en normas secundarias; necesitamos normas sólidas a nivel legal", explicó a Agência Brasil.

Debido a la falta de un marco regulador nacional exhaustivo, varios estados de Brasil han tomado la iniciativa de proponer proyectos de ley a nivel estatal, con el objetivo de facilitar la disponibilidad de productos a base de cannabis a través del SUS. "Recientemente, hemos sido testigos de un aumento significativo en los estados y asambleas legislativas estatales que trabajan activamente para establecer mecanismos para la distribución de tratamientos a base de cannabis a través del SUS. En la última evaluación, aproximadamente 25 estados cuentan con una ley aprobada o están actualmente inmersos en debates legislativos. Los que tienen leyes aprobadas están ahora en el proceso de reglamentación, en el que definen las condiciones médicas específicas, las modalidades de acceso y los tipos de productos elegibles", elucidó el abogado.

Según el biotecnólogo Gabriel Barbosa, supervisor de Investigación y Desarrollo y Asuntos Regulatorios de HempMeds Brasil, la implementación de un marco regulatorio para las biotecnologías en Brasil tiene el potencial de reducir significativamente el costo de los medicamentos a base de cannabis en el país. "Hemos recibido estimaciones que sugieren que podríamos reducir el coste de estos medicamentos entre un 30% y un 50%", reveló. También señaló que cuando se importa un medicamento, aproximadamente entre el 30 y el 35 por ciento del coste total corresponde a los impuestos de nacionalización. Además, Barbosa enfatizó que un sistema regulatorio adecuado podría llevar a una mejor accesibilidad, beneficiando a aproximadamente 6 a 7 millones de brasileños que actualmente enfrentan dificultades para acceder a estos medicamentos.

En una entrevista concedida a Agência Brasil, Gabriel Barbosa hizo hincapié en la necesidad de que la legislación sustente todo el proceso. Aunque el cultivo con fines médicos y científicos ya está contemplado en la legislación vigente, es crucial establecer parámetros claros sobre cómo se ejecutará, quién participará y en qué condiciones específicas. Garantizar que estos parámetros se ajustan a las normas y convenciones internacionales es igualmente esencial.

El biotecnólogo subraya que Brasil ha avanzado mucho en el uso medicinal del cannabis. Sin embargo, uno de los principales retos a los que se enfrenta el país es la falta de acceso a las materias primas. "A pesar de ser uno de los principales exportadores agrícolas del mundo, Brasil depende exclusivamente del exterior para obtener las materias primas necesarias, que podrían cultivarse localmente. Ya es hora de que Brasil no solo produzca y cultive cannabis, sino que también se convierta en vendedor y no solo en comprador de materias primas. Al dar este paso, Brasil no solo puede satisfacer las necesidades de sus pacientes, sino también conservar y fomentar el potencial económico del país. Cultivar la planta en el país reduciría sustancialmente los costes y mejoraría significativamente el acceso de los pacientes necesitados a los productos a base de cannabis", afirmó Barbosa.

Vivian Dalla Colleta cree que el acceso al cannabis medicinal en Brasil podría mejorar significativamente mediante la implementación de Farmacias Vivas, un programa establecido por el Ministerio de Salud en 2010. Esta iniciativa está diseñada específicamente para producir medicamentos a base de hierbas y abarca todas las etapas, desde el cultivo y la recolección hasta el procesamiento, almacenamiento y distribución de plantas medicinales.

Según Dalla Colleta, el enfoque más eficaz consistiría en integrar el cannabis medicinal en el programa Farmacias Vivas. Este proyecto del gobierno federal tiene el potencial de cultivar plantas medicinales, convertirlas en fitomedicamentos y hacerlas accesibles a la población a través del SUS. La infraestructura para un sistema de este tipo ya existe; sin embargo, el principal problema es la falta de protección legal de las Farmacias Vivas.