La declaración oficia se produce dos días después de las manifestaciones progubernamentales del 7 de septiembre, cuando Bolsonaro criticó a los magistrados del Tribunal Supremo (STF) y al sistema de voto electrónico. Luego, el presidente del STF, Luiz Fux, y el juez Luis Roberto Barroso, presidente del Tribunal Superior Electoral (TSE) rebatieron a Bolsonaro.
Al inicio de la sesión plenaria, Fux leyó el discurso en el que afirmó que la crítica institucional al trabajo del tribunal no debe confundirse con "narrativas destinadas a desacreditar al STF y sus miembros, como las que fueron gravemente difundidas por el jefe de la nación".
Bolsonaro dijo que, desde la independencia, Brasil le ha dicho al mundo que no se someterá a ninguna otra nación y que los brasileños no abdicarán de la libertad.