Se analizaron 81 cuencas fluviales del bioma, en el período comprendido entre 1985 y 2022, teniendo en cuenta el impacto del ritmo actual de explotación.
Sin embargo, en los dos últimos años del sondeo -de 2016 a 2018- se observaron pérdidas más pequeñas tanto en las zonas forestales (-0,2%) como en otros biomas (-0,7%).