Las acciones forman parte de la Operación Maré, anunciada por el gobierno de Río como respuesta a los delincuentes del complejo de favelas de Maré que utilizaban un espacio público de ocio para entrenar a sus hombres en tácticas de guerrilla.
Las instalaciones ofrecen actividades deportivas y culturales, asistencia social y servicios a unos 100 mil vecinos, que a menudo son víctimas de la violencia urbana y de violaciones de sus derechos.