El camino de las Margaridas

Inspiradas por la líder campesina Margarida Maria Alves, asesinada en

Publicado en 12/08/2015 - 11:26 Por Luana Lourenço – Reportera de Agência Brasil - Brasilia

Mulheres camponesas viajam mais de 40 horas de ônibus para a Marcha das Margaridas, em Brasília. Elas buscam mais representatividade e melhores condições de trabalho e de vida no campo (Marcello Casal Jr/Agência Brasil)

La Agência Brasil viajó más de 2 mil kilómetros en 44 horas para acompañar a un grupo que vino de las afueras de Campina Grande, en el estado de Paraíba, y comprender las razones que motivan y animan la marchaMarcello Casal Jr/Agência Brasil

¿Por qué miles de trabajadoras rurales van a Brasilia desde el año 2000 para una marcha que lleva el nombre de Margarida Maria Alves? ¿Por qué dejan sus casas, campos, esposos e hijos y hacen viajes que pueden durar más de dos días hacia la capital?

La Agência Brasil viajó más de 2 mil kilómetros en 44 horas para acompañar a un grupo que vino de las afueras de Campina Grande, en el estado de Paraíba, y comprender las razones que motivan y animan la marcha. En esta edición, la quinta desde el año 2000, se espera reunir a 70 mil Margaridas en una de las principales vías de Brasilia, el Eje Monumental, que lleva a la Plaza de los Tres Poderes, donde se ubican el Congreso Nacional, el Supremo Tribunal Federal y el presidencial Palacio del Planalto.

Mulheres camponesas viajam mais de 40 horas de ônibus para a Marcha das Margaridas, em Brasília. Elas buscam mais representatividade e melhores condições de trabalho e de vida no campo (Marcello Casal Jr/Agência Brasil)

Entre las razones de esas mujeres para realizar la marcha están la búsqueda de mejores condiciones para la vida en el campoMarcello Casal Jr/Agência Brasil

Entre las razones de esas mujeres para realizar la marcha están la búsqueda de mejores condiciones para la vida en el campo, con más servicios de educación y salud para ellas y sus hijos; más inclusión de campesinas en el sistema de producción; y el deseo de ayudar a otras mujeres que enfrentan el machismo y la violencia doméstica.

“Este año voy a marchar para que tengamos mujeres más libres, más reconocidas, más valoradas, y para que tengamos un Brasil cada vez mejor, que salga rápidamente de esta crisis, un Brasil que se merecen los brasileños”, dijo la agricultora y dirigente sindical Inque Schneider, de Río Grande del Sur, quien muestra que, en 15 años, la movilización ha incrementado su agenda para más allá de las cuestiones del campo.

En la última marcha, en 2011, una encuesta del Instituto de Investigación Económica y Aplicada (IPEA, por sus siglas en portugués) mostró que las Margaridas tienen, en promedio, 42 años de edad, y la mayoría viene de las regiones Nordeste y Norte del país –un 20% de ellas del estado norteño de Pará–. Más del 68% vive en el campo y no quiere mudarse a la ciudad. Según la encuesta, el 67% vive de la agricultura familiar.

Treinta y dos años después de la muerte de Margarida Maria Alves, asesinada a tiros por un pistolero a sueldo, la vida de la dirigente sindical sigue inspirando la lucha de las trabajadoras rurales por sus derechos. “Es mejor morir en la lucha que morir de hambre”, dijo Margarida en un discurso grabado en la fachada de su antigua casa.

Mulheres camponesas viajam mais de 40 horas de ônibus para a Marcha das Margaridas, em Brasília. Elas buscam mais representatividade e melhores condições de trabalho e de vida no campo (Marcello Casal Jr/Agência Brasil)

La repentista Maria da Soledade Leite, quien fue amiga de Margarida, la mujer que inspiró la marchail)Marcello Casal Jr/Agência Brasil

Si hoy las mujeres del campo ya no mueren de hambre, la violencia –especialmente la doméstica– es uno de los problemas señalados por las campesinas de todo el país. En la misma encuesta, el IPEA señaló que el 27% de las mujeres que marchaban ya habían sido víctimas de violencia física y el 58% ya habían sufrido algún tipo de violencia moral o psicológica.

La preocupación y el reclamo por políticas públicas efectivas para el tema hicieron que las Margaridas convirtieran la lucha contra la violencia a las mujeres en una de las principales banderas de la movilización de este año. La inclusión productiva y la guerra contra los pesticidas también están en la lista de reivindicaciones en los 15 años de la marcha.

"Sí, vale la pena la marcha. Para las mujeres rurales que nunca han conocido nada, es una gloria tener esa oportunidad de viajar. Sin lucha, no se consigue nada. Si no hacemos nada, queda peor. Hay que ser firme, tener confianza en la lucha. Si no logramos todos nuestros objetivos, al menos dará algunos frutos. Lo que no podemos hacer es bajar la cabeza. Debemos ser firmes siempre. El nombre de Margarida quedó inmortalizado. Si vamos a cantar, si queremos representar la fuerza de las mujeres, decimos que somos Margaridas. Fuertes como Margarida”, dice la repentista Maria da Soledade Leite, quien fue amiga de Margarida, la mujer que inspiró la marcha y cuyo nombre, en portugués, es el mismo que el de la flor margarita.

Mulheres camponesas viajam mais de 40 horas de ônibus para a Marcha das Margaridas, em Brasília. Elas buscam mais representatividade e melhores condições de trabalho e de vida no campo (Marcello Casal Jr/Agência Brasil)

Las Margaridas tienen, en promedio, 42 años de edad, y la mayoría viene de las regiones Nordeste y Norte del paíslMarcello Casal Jr/Agência Brasil

La primera Margarida

¿Quién fue esa Margarida que inspiró a tantas mujeres rurales en los últimos treinta años?

Tres meses antes de que fuera asesinada en la puerta de su casa, frente a su marido y su hijo pequeño, la dirigente sindical Margarida Maria Alves, del estado de Paraíba, dijo en un discurso de celebración del 1 de mayo (Día del Trabajador en Brasil), que era mejor morir en la lucha que morir de hambre. Treinta y dos años después, sus palabras todavía resuenan entre las trabajadoras rurales y dan fuerza a la lucha diaria por representación y mejores condiciones de trabajo y de vida en el campo.

En el mismo discurso, Margarida dijo otra frase, que está grabada en una de las paredes de su antigua casa, convertida en museo en el año 2001: "No voy a huir de la lucha."

En la construcción simple, sigue guardada una nevera azul que pertenecía a la campesina. En las cuatro habitaciones de la casita de fachada amarilla también se pueden ver documentos de la época en que Margarida lideraba el Sindicato de los Trabajadores Rurales de Alagoa Grande, actas de reuniones, instrumentos utilizados por los trabajadores en el corte de la caña de azúcar para los ingenios, fotos y objetos personales: una camisa blanca con flores bordadas, gafas, una bolsa y el sombrero utilizado por ella cuando visitaba a los trabajadores en el campo.

En las paredes, recortes de periódicos de todo el país y algunos del extranjero muestran la magnitud del impacto que tuvo el crimen cometido el 12 de agosto de 1983. El asesinato llamó la atención de Brasil a la tensión entre los sindicatos y los terratenientes de la región Brejo Paraibano en la década de 1980. Así como Margarida Alves, otros líderes sindicales también fueron marcados para la muerte. Aunque amenazada, la campesina no se intimidó y solo fue silenciada por la espingarda calibre 12 de un asesino a sueldo. A pesar de que el crimen llegó a ser denunciado a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, hasta hoy, treinta y dos años después, ninguno de los ordenantes fue condenado.

Traducción: Leonardo Vieira


Fonte: El camino de las Margaridas

Edición: Lilian Beraldo/Olga Bardawil

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