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Derechos Humanos

Número de personas sin hogar aumenta más del 150% en Río de Janeiro

La falta de políticas públicas, el desempleo y las drogas son algunas
Flávia Villela – Reportera de Agência Brasil*
Publicado en 17/06/2017 - 11:07
Río de Janeiro
Brasília - Grupo de voluntários se mobiliza para fazer um natal para a população em situação de rua na Rodoviária do Plano Piloto, com ceia, distribuição de presentes e brincadeiras para as crianças (Marcelo Camargo/Agência Brasil)
© Marcelo Camargo/Agência Brasil

Assistência SocialEl número de personas que duermen en las calles aumentó más del 150% en los últimos tres años Agência Brasil

“Somos personas cuyo único derecho es no tener derechos. Somos la basura de la sociedad, que nuestros gobernantes quieren ocultar bajo la alfombra”. Así es como la sociedad ve a las personas sin hogar, según la asistente social Maralice de Santos, que vivió en la calle durante tres años y hoy coordina el Movimiento Nacional de la Población en Situación de Calle, en Río de Janeiro.

Santos trabaja a diario con ese público, y lamenta que cada día más individuos se vean obligados a dormir a la intemperie debido al crecimiento del desempleo y la crisis económica que atraviesa el estado. “Familias enteras se van a vivir en las calles después de perder sus hogares y empleos, uniéndose así a la población callejera”.

Datos oficiales corroboran su afirmación. La Secretaría Municipal de Asistencia Social de Río de Janeiro estima que el número de personas que duermen en las calles de la ciudad aumentó más del 150% en los últimos tres años. Solo el año pasado, había cerca de 14,2 mil personas sin techo en la capital del estado. Los 62 refugios de Río, con 2.115 plazas, no comportan ni siquiera el 20% de esa población.

“No hay refugios y albergues suficientes para toda esa gente. Los que están disponibles se hallan en condiciones precarias, y las personas sufren malos tratos. Quien ha estado allí no quiere volver. Los que viven en la calle no tienen voz en las instituciones; lo que pone en el libro el educador social es lo que vale –y no se escucha a ninguno de los dos–”, comentó Santos. En un lugar donde esas personas deberían sentirse acogidas y protegidas, agregó, la violencia y las violaciones son recurrentes.

Edmílson Azevedo Santos, 47 años, vive en la calle hace cerca de cuatro años y medio. “Perdí a mi familia y perdí mi casa debido a las drogas. En la calle, me siento como un bicho. Somos tratados como bichos. Siempre he trabajado duro, pero las drogas me llevaron a la calle”, dijo.

La asistente social Carla Lima, quien ayuda a personas sin hogar en el norte de Río, bajo el programa Salud de la Familia, señaló que el número de mujeres que duermen en la calle aumentó mucho en los últimos años. “Cuando el programa Consultorio en la Calle empezó, hace seis años, el 80% de esas personas eran hombres. Hoy en día, el número de hombres y mujeres que buscan nuestra ayuda es prácticamente el mismo. El desempleo sigue siendo un gran problema, pues tras ser expulsadas de sus hogares las personas no tienen otra opción que irse a vivir en la calle con sus hijos”.

Falta de políticas públicas

La defensora pública Carla Beatriz Nunes Maia, quien ha trabajado con los sintecho durante muchos años, estima que en Río de Janeiro ya son más de 15 mil las personas que viven en situación de calle. La cifra fue determinada con base en la cantidad de personas que buscan asistencia en unidades de la Defensoría Pública dirigidas a ese fin. También aumentó la presencia de familias en esa situación, remarcó. “Otro día recibí una pareja con un bebé de un mes de nacido. No conseguían registrar al niño, pues no tenían prueba de domicilio. Así que son castigados dos veces, y el niño se convierte en blanco fácil de secuestradores”.

En la opinión de Nunes, la falta de políticas públicas dirigidas a personas en situación de vulnerabilidad y a egresados del sistema carcelario contribuye para el aumento de la población callejera. Asimismo, la falta de políticas dirigidas a quienes ya viven en la calle agrava el problema.

Como ejemplo, mencionó la clausura de la sede del Centro Pop Bárbara Calazans, un órgano vinculado a la Secretaría de Asistencia Social que proporcionaba a los sintecho alimentos, documentos, socialización y educación durante el día. “Era un lugar donde esos ciudadanos creaban vínculos. Muchos de ellos salían de allí listos para volar por su cuenta. La sede del centro fue cerrada durante el gobierno anterior. Si estuviera operativa, podría rescatar a mucha gente de las calles.”

Clélia Blanco, quien también es defensora pública y coordina el Puesto Avanzado de Identificación Civil para Personas Vulnerables y en Situación de Calle, ha tenido la oportunidad de ayudar a personas sin hogar de tres generaciones diferentes. El centro donde trabaja fue creado hace 2 años por el Núcleo de Defensa de los Derechos Humanos (Nudedh), vinculado a la Defensoría Pública del Estado de Río, y emite documentos como certificados de nacimiento y tarjetas de identificación de forma gratuita, en colaboración con el Departamento de Transportes (Detran).

“No hay programas dirigidos a esas personas, para que vuelvan a tener un hogar, un empleo. La cuestión de los documentos es clave para llevar dignidad a esas personas. Sin un documento de identidad o un certificado de nacimiento, no pueden encontrar un trabajo formal, ni tampoco emitir el número de identificación fiscal o credencial para votar, documentos que hacen posible el rescate de la ciudadanía y la dignidad”, declaró.

Nuevos esfuerzos

Teresa Bergher, secretaria municipal de Asistencia Social y Derechos Humanos, cree que desde que asumió el cargo hace cinco meses, la situación de los refugios para las personas sin hogar mejoró mucho. Se han intensificado los esfuerzos de supervisión y capacitación profesional. Si bien admite que el número de refugios es insuficiente para satisfacer la demanda actual, apuesta por la reintegración de esas personas en la sociedad.

“Necesitamos más refugios para esas personas, pero no basta con acogerlas ahí. Hay que mostrarles la salida. Tenemos un pequeño número de educadores sociales, debido a la crisis, pero los estamos capacitando", dijo Bergher.

Agregó que el Centro Pop ganará una nueva sede en el segundo semestre. “El proyecto ya está listo, solo hay que resolver un papeleo relativo a los costes antes de arrancar con las obras, pero creo que el centro estará nuevamente operativo como máximo dentro de tres meses”. Anticipó que el organismo considera una asociación para poner en circulación un autobús itinerante, con duchas, servicios y actividades dirigidas a esa población.

Otro objetivo de la secretaría es fortalecer el programa “De vuelta a la tierra natal”, destinado a ayudar a personas sin hogar a volver a sus familias y ciudades de origen.

*Con la colaboración de Raquel Júnia, reportera del Radioperiodismo

Traducción: Lucas Magdiel


Fonte: Número de personas sin hogar aumenta más del 150% en Río de Janeiro