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Derechos Humanos

Brasil quiere gravar a superricos para apoyar Alianza contra el Hambre

Adhesión a la Alianza se presentará en la cumbre del G20 de noviembre
Bruno de Freitas Moura - Reportero de Agência Brasil
Publicado en 25/07/2024 - 11:31
Río de Janeiro
Rio de Janeiro (RJ), 24/07/2024 – O ministro da Fazenda, Fernando Haddad durante a Reunião da Força-Tarefa para a Aliança Global contra a Fome e a Pobreza, na Sede da Ação da Cidadania, na zona portuária do Rio de Janeiro. Foto: Tomaz Silva/Agência Brasil
© Tomaz Silva/Agência Brasil

Brasil ha destinado fondos obtenidos de impuestos a los superricos para financiar las iniciativas de la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza, según afirmó el ministro de Hacienda, Fernando Haddad, durante el prelanzamiento de la iniciativa en Río de Janeiro el miércoles 24.

La Alianza es una prioridad durante la presidencia brasileña del G20, un grupo que incluye a las 19 principales economías del mundo, la Unión Europea y la Unión Africana. Este proyecto se enfoca en canalizar recursos e intercambiar experiencias para erradicar la inseguridad alimentaria a nivel global.

Haddad destacó que, a nivel mundial, los superricos a menudo utilizan estrategias para evadir los sistemas fiscales, lo que resulta en sistemas regresivos en lugar de progresivos, donde los ricos terminan pagando menos impuestos. Citó un estudio del economista francés Gabriel Zucman, solicitado por Brasil, que estima que una recaudación fiscal de hasta US$ 250.000 millones anuales sería posible si los multimillonarios tributaran el 2% de su riqueza. Este monto es aproximadamente cinco veces lo que los diez principales bancos multilaterales destinaron a la lucha contra el hambre y la pobreza en 2022.

El ministro subrayó que la Alianza Global se basa en la premisa de que la comunidad internacional está capacitada para asegurar condiciones de vida dignas para todos, pero ha carecido de voluntad política. La Alianza actuará como un "agente catalizador" para fomentar esta voluntad.

Haddad enfatizó la necesidad de movilizarse para incrementar los recursos internacionales destinados a combatir el hambre y la pobreza y abogó por innovaciones en los mecanismos de financiación para el desarrollo, mencionando asociaciones público-privadas y reformas en los bancos multilaterales como posibles soluciones.

Propuesta respaldada

Aunque fue lanzada en el contexto del G20, la Alianza Global está abierta a la incorporación de países no miembros del grupo, así como a organizaciones internacionales. En esta etapa, se están formalizando los términos y se abre la posibilidad de que países interesados se adhieran a la iniciativa.

La presentación oficial de la Alianza a los países miembros del G20 está programada para la cumbre que se celebrará el 18 y 19 de noviembre en Río de Janeiro. Sin embargo, durante la jornada del miércoles, los participantes en las reuniones de trabajo, incluidos ministros y presidentes de bancos centrales y multilaterales, respaldaron los términos de la propuesta brasileña que se presentará en la cumbre.

El presidente del BID, Ilan Goldfajn, y el presidente del Banco Mundial, Ajay Banga, estuvieron presentes en el acto preliminar y expresaron su apoyo institucional a la iniciativa. Goldfajn afirmó el compromiso del BID para erradicar la pobreza extrema en América Latina para 2030.

Por su parte, Banga no especificó la cantidad exacta que invertirá el Banco Mundial en la lucha contra el hambre, pero prometió que la institución será un "socio líder" en la Alianza Global y se esforzará por asegurar que sus acciones de financiación beneficien a 500 millones de personas para 2030.

El ministro de Desarrollo y Asistencia Social, Familia y Lucha contra el Hambre, Wellington Dias, celebró la aprobación de la iniciativa como un "hito histórico" que, de concretarse, transformará la vida de millones de personas en todo el mundo. Dias señaló que los países que se adhieran deberán tratar la lucha contra el hambre como una política de Estado, establecer objetivos claros y aprender de las experiencias exitosas de otros países, como los programas de transferencia de ingresos y la alimentación escolar.