Las mujeres negras son las que más sufren inseguridad alimentaria
Al menos el 12,5% de las mujeres negras sufren inseguridad alimentaria moderada o severa. Este es sólo uno de los datos del último informe del Observatorio Brasileño de las Desigualdades, divulgado el martes (27) en un acto en la Cámara de Diputados, en Brasilia. La inseguridad alimentaria moderada es cuando los ciudadanos tienen dificultades para obtener alimentos; la severa se refiere al hambre.
“Lo que llama la atención es la claridad con que vemos a los grupos más desfavorecidos y vulnerables [mujeres y negros]”, afirma Oded Grajew, miembro del Pacto Nacional de Combate a las Desigualdades. En la escala de la inseguridad alimentaria, el 12,3% de las víctimas son hombres negros. Entre los no negros, este porcentaje es del 5,8% para las mujeres y del 5,5% para los hombres.
Otros datos del informe muestran, por ejemplo, que el promedio de ingresos mensuales de las mujeres negras es sólo del 42% en comparación con los hombres no negros. También están más desempleadas (11,5%) que los hombres no negros (5,2%).
Oded Grajew cree que la combinación de raza y género es la que merece más atención. El informe también destaca que ha aumentado la proporción de niños indígenas que sufren desnutrición: un 16,1% entre los niños y un 11,1% entre las niñas.
“Combatir la desigualdad significa cambiar las prioridades e invertir donde más se necesita. Es importante la atención prioritaria a los grupos más vulnerables y marginados. En el caso de Brasil, se trata de la población negra y de las mujeres”, afirmó. Grajew cree que, aunque la situación ha mejorado para los grupos más vulnerables y pobres de la población, también lo ha hecho para los más ricos.
“En algunos casos, se ha mantenido igual, e incluso ha aumentado la desigualdad. Creamos el Pacto Nacional de Lucha contra la Desigualdad porque la desigualdad es lo que construye una sociedad de castas, conflictos y violencia. La sensación de injusticia es veneno para la sociedad”, dijo.
Cambios positivos
El informe no sólo plantea preocupaciones, sino que también señala cambios en el panorama. Entre los datos positivos, destaca que se ha producido un descenso del 40% en la proporción de personas en situación de pobreza extrema y que la mayor reducción se ha producido entre las mujeres negras.
El documento también señala que se ha producido un descenso del 20% en el desempleo y un aumento real de los ingresos promedios procedentes de todas las fuentes, del orden del 8,3%. La proporción de mujeres negras de 18 a 24 años que cursan estudios superiores es del 19,2%, lo que supone un aumento del 12,3% respecto al año anterior.
Según Grajew, el camino a seguir sería perfeccionar las políticas públicas y mejorar el sistema fiscal para que los recursos no se destinen a los más ricos. “Todos los países que buscan una sociedad más igualitaria deberían tener un sistema tributario que redujera la desigualdad.”