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Derechos Humanos

Brasil tiene 119 pueblos indígenas en aislamiento

Publicación proporciona datos sobre los llamados "pueblos libres"
Letycia Bond - Reportera de Agência Brasil
Publicado en 14/03/2025 - 12:35
São Paulo
Awá-guajas que vivem em aldeia mantêm contato com índios isolados
© Divulgação Funai

En Brasil, se han identificado 119 pueblos en aislamiento voluntario, conocidos también como pueblos libres. De estos, 37 habitan en áreas sin protección, lo que los expone a invasiones y pone en riesgo su existencia.

A diferencia de otros datos indigenistas, la información sobre estos pueblos requiere un tratamiento especial, ya que evitan el contacto con otras comunidades, sean no indígenas o de otros grupos originarios, generalmente debido a experiencias de violencia.

Estos datos están recogidos en el libro Povos Indígenas Livres/Isolados na Amazônia e Grande Chaco ("Pueblos Indígenas Libres/Aislados en la Amazonía y el Gran Chaco"), lanzado el jueves (13) en Brasilia por el Consejo Indigenista Misionero (CIMI), una organización cristiana indigenista vinculada a la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB).

El libro, un proyecto del Equipo de Apoyo a los Pueblos Libres (EAPIL) del CIMI, destaca que la Fundación Nacional para los Pueblos Indígenas (FUNAI) del gobierno federal reconoce a 114 de estos pueblos, aunque solo 28 han comprobado su existencia.

Lino João de Oliveira Neves, antropólogo y profesor de la Universidad Federal de Amazonas (UFAM), y uno de los organizadores del libro, critica que las autoridades gubernamentales no los identifiquen adecuadamente, lo que evidencia una negligencia. Afirma que esta omisión no es exclusiva de Brasil y permite al gobierno eludir sus obligaciones constitucionales.

Neves subraya que "todos los indígenas de América Latina viven en violencia" y que, hace 15 o 18 años, se consolidaron medidas de protección territorial para ellos. Sin embargo, en los últimos años, los gobiernos han comenzado a retirar derechos a los indígenas, lo que representa un retroceso en las políticas indigenistas en países como Brasil y Perú.

De acuerdo con el antropólogo, desde 1987, Brasil decidió no buscar el contacto con estos pueblos aislados, tras el fin de la dictadura militar (1964-1988), periodo en el que se promovía la integración de los pueblos indígenas.

Fronteras

Similar a Neves, quien describe el libro como "una llamada a la conciencia colectiva", el misionero e historiador del CIMI, Guenter Francisco Loebens, también organizador de la publicación, confía en su capacidad para movilizar. Destaca que numerosos pueblos están ubicados en áreas fronterizas, lo cual plantea la necesidad de debatir sobre su protección y resalta la importancia de la cooperación internacional para desarrollar políticas más efectivas.

Daniel Aristizábal, del Grupo Internacional de Trabajo para la Protección de los Pueblos Indígenas Aislados y de Contacto Inicial (GTI-PIACI), enfatiza la importancia del libro en regionalizar el debate y visibilizar a estos pueblos en países como Bolivia, Paraguay, Colombia, Ecuador y Venezuela, así como en India y África.

Aristizábal también menciona la autodeterminación como un principio clave para permitir que los pueblos mantengan su forma de vida deseada, concluyendo que "es nuestro sueño que puedan permanecer así, como los últimos en resistir la colonización".