La tecnología 5G llega a Brasil este miércoles

Llega a Brasil este miércoles (5) la señal 5G standalone, es decir, sin interferencias de otras frecuencias. La primera ciudad en ofrecerla será Brasilia, la capital del país.

El 5G se ubicará en la banda de 3,5 GHz, parcialmente ocupada por las antiguas antenas parabólicas que operan con señal analógica en la banda C. Se eligió Brasilia precisamente porque tiene un bajo número de antenas parabólicas.

La tecnología 5G ofrece una velocidad media de 1 Gigabit (Gbps) por segundo, diez veces superior a la señal 4G, con la posibilidad de alcanzar hasta 20 Gbps. También tiene menor latencia (retardo) en la transmisión de datos. Un archivo de 5 GB puede descargarse en unos 40 segundos en este sistema.

La novedad permitirá el debut de la "Internet de las Cosas", que permite la conexión directa entre objetos a través de la red. Esta tecnología tiene el potencial de aumentar la producción industrial, a través de la comunicación directa entre máquinas, y de permitir innovaciones como cirugías a distancia y el transporte en autos sin conductor.

El operador TIM será el primero en ofrecer la señal 5G standalone en Brasilia. En principio, se instalarán 100 antenas para dar servicio a entre el 40% y el 50% de la población del Distrito Federal. En los próximos dos meses entrarán en funcionamiento 64 antenas más, lo que aumentará el alcance de la tecnología al 65% de la población.

Según el consejero y vicepresidente de la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel), Moisés Moreira, las próximas ciudades en recibir la señal 5G serán Belo Horizonte, Porto Alegre y São Paulo, pero aún no se han fijado las fechas. A principios de junio, la agencia reguladora definió que todas las capitales deberían disponer de la tecnología antes del 29 de septiembre.

La convocatoria de la subasta celebrada en noviembre del año pasado determinaba que todas las capitales de los 27 estados deberían contar con el servicio de telefonía 5G antes del 31 de julio. Sin embargo, los problemas de escasez de chips y los retrasos en la producción e importación de equipos electrónicos relacionados con la pandemia del covid-19 aplazaron el calendario en dos meses.