Suspenden las ventas de carne a China por un caso de vaca loca
Las exportaciones de carne de vacuno a China se han suspendido a partir de hoy (23) debido a la confirmación de un caso de enfermedad de la vaca loca en el estado de Pará, según lo informado por el ministerio brasileño de Agricultura.
En un comunicado emitido el miércoles (22), la carpeta explicó que la suspensión sigue el protocolo sanitario entre los dos países y descartó la existencia de riesgo para los consumidores.
“Se está intensificando el diálogo con las autoridades para demostrar toda la información y reanudar prontamente el comercio de carne brasileña”, informó el ministerio.
La enfermedad afectó a un animal macho de nueve años, edad considerada avanzada para los bovinos, en una pequeña propiedad de la ciudad de Marabá. El animal era criado en pastos, sin alimentación industrializada, y su cuerpo fue incinerado en la finca, interdictada por el gobierno local como medida preventiva.
También según el Ministerio de Agricultura, el caso fue notificado a la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA). Las muestras fueron enviadas al laboratorio de referencia de la institución en Alberta, Canadá. Tras el análisis, el laboratorio confirmará si el caso es atípico, es decir, sin riesgo de transmisión a otros bovinos y humanos.
"Todas las medidas están siendo tomadas con inmediatez en cada etapa de la investigación, y el asunto está siendo tratado con total transparencia para garantizar a los consumidores brasileños y mundiales la reconocida calidad de nuestra carne", dijo el ministro Carlos Fávaro, en un comunicado.
Sin casos transmisibles
Es la segunda vez en año y medio que Brasil suspende las exportaciones de carne de vacuno a China, el mayor comprador de carne brasileña. De septiembre a diciembre de 2021, el país asiático interrumpió las compras tras dos casos atípicos, en los estados de Minas Gerais y Mato Grosso.
Hasta la fecha, Brasil nunca ha registrado casos clásicos de la enfermedad de la vaca loca, causada por la ingestión de carne y trozos de hueso contaminados. El mal provocado por un prión – molécula proteica sin código genético – es degenerativo y su nombre oficial es encefalitis espongiforme bovina. Las proteínas modificadas consumen el cerebro del animal, haciéndolo comparable a una esponja.